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martes, 25 de marzo de 2025

YURI ENCIENDE VIVE LATINO, DANIELA ROMO EN ESCATOLOGIA

 




















Vive Latino 2025 fue la prueba transgeneracional a base de ácido para Daniela Romo y Yuri  quienes  se convirtieron en  cantantes símbolos de los años ochentas, aunque ambas iniciaron sus carreras  a fines de los setentas, Romo en 1971 y Yuri  siete años más tarde, ahora demostraran su perdurabilidad de su trayectoria descrita por periodistas a sueldo del sistema, como extraordinaria, ahora ante un televidente liberado por los medios alternativos de comunicación masiva.  Fue en aquellos ochentas que las dos cantantes lograron dominar al monstruo de Viña del Mar en Chile, cuya accesibilidad de dicho festival chileno,  no es tan flexible  como la de este Vive Latino   que aceptó en el escenario a las señoras de 65 y 61 años que impactaron de jovencitas, una por su  brillante y larga melena y la otra por sus ojos verdes y su iluminación rubia. Sin embargo la edad no es un limitante ante el talento, sino por el contrario la experiencia lo consolida, por lo que un Vive Latino que  se había mantenido como un evento juvenil y rockero, ahora se vio invadido por personajes que al no encontrar  los espacios sobrepublicitados  que construía la televisión monopólica e impositiva de los años ochentas y parte de los noventas,  se refugiaron en lo que parecía un evento reservado para la generación Alfa. No se puede negar que muchas de aquellas figuras de los ochentas  eran tan artificiales como muchas  de las que también aparecen en el panorama de la música actual,  solamente que en aquellos tiempos había un soporte empresarial uniformado y  un material basado en genios de la composición en su mayoría. Daniela Romo  deslumbró con su jovialidad y simpatía, misma que parece haber llegado a su finalización junto con su carrera, que aún  realizando  nueva discografía, pasa desapercibida en las bodas de plata de este siglo, mientras que Yuri, sigue siendo una estrella del pop, capaz de continuar llenando  grandes auditorios, principalmente en su patria y en su continente. Aunque la  rubia había confesado encontrarse nerviosa por la aparición que  haría ante una multitud Z y  en su mayoría alfa,  su  ofrecimiento artístico resultó fresco, de calidad, trascendente   y no como ocurrió con la caducidad de Daniela Romo, cuyos mejores momentos se adhieren al álbum de los recuerdos.