Los premios inmerecidos y obtenidos por compromisos creados o por prepagos para obtenerlos, han deteriorado los honores que se brindan en el Senado de la República o en la Cámara de Diputados, al ser recintos que se han convertido en salón de fiestas para condecorar ignorantes, sin embargo, tales vicios y corruptelas no deben hacer que un grupo de árboles podridos nos impidan ver todo el bosque, y resaltar los casos de excepción en el lodo de los premios autocomplacientes y honoris causa de plástico, por lo que debemos resaltar, el merecido reconocimiento que se la ha otorgado a la excelente comunicadora Jennifer Janneth Muñiz Alba conocida en su labor informativa como Janneth Stirling, quien ha engrandecido a la comunicación de nuestro nuevo tiempo con su ejercicio profesional en medio de la crisis periodística, y engrandeciendo al propio Premio Master Supreme Dux Civiatis, que gana credibilidad al otorgárselo a Stirling, con lo que ella engrandece el galardón antes de que el galardón la pudiera engrandecer a ella. Janneth fue reconocida por su entrega en beneficio a la nación mexicana, al derivar en su actividad de excelencia, una virtud humana para la colectividad, razón por la cual aplaudimos este nombramiento. una de las razones por lo que este espacio informativo dejó de otorgar galardones, fue precisamente la falta de garantías para dar distinciones entre un ambiente con repetidos y abundantes premios de cañería, que logran mal interpretar aquellos honores que sí resultan ser merecidos.