Para Shakespeare el destino es una baraja con la que nosotros jugamos, pero se dice que ese juego consiste en elecciones que son las que definen la partida. El caso de haber decidido entrar a"La Casa de los famosos"' por parte de Dalilah Polanco, se puede definir como un atentado para su carrera actoral que parecía brillante, al involucrarse en un producto para la intrascendencia y simple consumo. Y es que una virtuosa de la actuación puede involucrarse en proyectos torpes como LA FAMILIA PELUCHE o de mayor brillantez como CONFESIONES DE MUJERES DE 30, sin tener forzosamente que pasar por el teatro clásico, pero aceptar formar parte de "La Casa de los Famosos", -programa de televisión que por respeto al público este espacio informativo no ha cubierto-, es ser cómplice del atraso premeditado en el que se quiere sujetar al televidente. La actriz sinaloense es libre de darle la dirección que quiera o pueda a su carrera actoral, pero contrasta y sorprende estas determinaciones para una mujer inteligente con 32 años de trayectoria que parecía dirigirse al circulo actoral de élite.
Muy mala noticia es que la gran cantante Carolina Ross se haya integrado a un programa de quinto nivel aunque muy bien publicitado como es "La Granja", con lo que ganará aparador para un público de consumo que es el mismo público que aún siendo una de las dos mejores cantantes de México, por seguir imposiciones mediáticas, a ella no la conocían. La única capaz de superar los éxitos de Lupita Dalessio que hizo enfadar a la Leona Dormida, y de interpretar impecablemente el Himno Nacional Mexicano como solamente Majo Aguilar y Bridget González lo habían hecho, es que ahora con la mala asesoría artística o la desesperación por no obtener resultados masivos o económicos, es que Carolina Ross se embarra en un concepto aún peor que "La Academia", decepcionando en poco, a la otra parte del público que separa la fama de la calidad, en una carrera artística que debe ser de resistencia y no de imprudente velocidad. Para los no desprendidos de la caja idiota, y que por primera vez conocerán a Carolina Ross, ahora siempre la identificarán como la granjera de TV Azteca aunque después descubran su talento musical, como el caso de Yuridia Gaxiola, que pese a su extraordinaria voz, antes que nada, es etiquetada como la ex académica y sin recibir apoyo musical de dicho programa. La falla de una estrategia para sobresalir es no basar lo estratégico en el talento, y es que Ross ya no es ni la niña ni tampoco la novata que se anotó en LA VOZ México o en TENGO TALENTO, ahora ya es una artista de calidad pero una artista que quiere ser famosa y cuyos siguientes pasos de seguir en falso, podrían ser pasar de TV AZTECA a TELEVISA, contratar a una representante con kilos de prepotencia y después terminar como un producto tan elaborado como una cerveza, y parecido a María León, situación que deseamos no suceda ante este error tan garrafal para quien lo que mejor hace es cantar.