Al viejo estilo dictatorial priísta, el canal del Congreso que tiene una obligación constitucional y presupuestal de informar al pueblo de México por medio de su canal tradicional y alternativo, es que censuró la agresión que la bancada priísta, organizó contra el presidente del Senado. Al terminó de
la sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión de este miércoles
27 de agosto pero no de la transmisión televisiva, fue que el presidente nacional del PRI,
Alejandro ‘Alito’ Moreno, dejó su curul y se subió a la mesa directiva para surtir
de golpes al presidente de la Mesa
Directiva, Gerardo Fernández Noroña y a un empleado del senado, mismo que fue
lesionado a patadas, tal como se aprecia
en tomas captadas por senadores ahí presentes y por el propio empleado
agredido. Una censura como ésta, en una transmisión gubernamental, no ocurría
desde aquel informe presidencial de Miguel de la Madrid en que el orador constitucional fue interrumpido por el legislador Porfirio
Muñoz Ledo entre otros que eran parte de la mínima oposición de aquella dictadura presidencialista. En consecuencia y
ante tiempos nuevos de libertad debe de
ser procedente la renuncia o despido del encargado de la transmisión y una
explicación amplia del director del canal congresista quien no tuvo capacidad
de reacción ante este hecho inédito en el senado, en que un legislador es
golpeado, y que el encargado del canal dejó exhibido de “un pobre pele” a
Eduardo Chiu como conductor de la transmisión antes citada, pero lo más
importante es que deja al televidente en el desamparo del suceso y en manos de otras fuentes,
incluyendo aquellas al servicio del empresariado y no de la vocación
informativa.