No hay tiempo que nada borre pero tampoco que algo conserve. El tiempo todo lo cura y sino lo desaparece, afirman las voces optimistas,mientras que los más realistas aprenden la virtud de conocerlo. La primera oportunidad en televisión y la consagración del éxito ante las masas, la incertidumbre de la grabación del primer programa de la serie, y su terminación con trascendencia en la historia del entretenimiento. La belleza ante una cámara y la discreción ante el mundo de la farándula. El anonimato de la debutante y el recuerdo del público por siempre. El nacer y el morir. El proceso artístico y humano, lo vivieron las grandes actrices Angelines Fernández y Elizabeth Motgomery, la primera conocida como "Doña Cleotilde, La Bruja del 71"en El Chavo del Ocho, serie que la hizo famosa después de su llegada a México desde España, huyendo de la Guerra Civil Española. La actriz murió a los setenta años en la CDMX. La segunda nombrada se hizo famosa como Samantha Stephens en la serie Hechizada que se realizó pocos años antes que el Chavo del Ocho. La bruja que hacía magia al mover la nariz murió en 1995, un año más tarde que Angelines Fernández, a la edad de 62 años. Dos brujas que resultaron un encanto para el entretenimiento televisivo basado en el humor blanco.