Cuando Los Ricos También lloran lograban que de cada diez televidentes, nueve se pegaran a los ojos de Verónica Castro o cuando Jacobo Zabludovsky anunciaba que la Colorina de Lucía Méndez robaba la atención del país más que la vida nacional, pocos concebirían como ahora el canal del Congreso hubiera podido llegar a tener más rating que una telenovela de Juan Osorio como ocurrió cuando la sesión de aprobación a la reforma energética que rompió récord de audiencia, con más de 80 mil espectadores en vivo. Y es que las reformas de ley lópezobradoristas al igual que las conferencias de prensa que realizaba su propio autor, ha dejado huérfanos de audiencia a noticiarios de radio y televisión. Otro récord se implantó apenas esta semana en la transmisión de la sesión de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la cual se discutió el proyecto del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá sobre las impugnaciones a la reforma al Poder Judicial, que reunió a los ministros para tratar de echar abajo los privilegios del poder judicial pese a que era improcedente su discusión al no proceder amparo sobre una norma constitucional, cuya protección de procedibilidad se basa en la mayoría calificada en el Congreso federal y la aprobación de igual manera en los congresos locales hasta sumar el cincuenta por ciento más uno de legislativos a favor de la reforma. Tal discusión no fue televisada en canal abierto sino por JusticiaTV que no tiene los alcances del canal congresista. Al haber sido aprobada como valida la reforma judicial y al presentarse el resultado negativo a los intereses empresariales que mantienen a su disposición los criterios judiciales, es que las cadenas televisivas en sus noticiarios trataron de dar poco espacio a la resolución y más tiempo a la victoria de Donald Trump en las elecciones por la presidencia de los estados Unidos, por segunda ocasión. Aún con todo lo anterior quienes cuentan tener la señal judicial, prefirieron sintonizar el estudio de ministros que canales como SPN, FOX y otras cadenas en la TV de aplicaciones y hasta dieron la espalda ala televisión abierta en donde Heraldo, Foro TV, Milenio y multimedios no daban importancia al intento de golpe de Estado Judicial por parte del poder legislativo, que al final no logró consumarse. Aunque la reforma judicial llamada Plan C por parte del lópezobradorismo no toca los derechos laborales de los trabajadores del poder judicial y que el artículo 61 fracción I de la Ley de Amparo prohibían su eliminación por determinación judicial, los puntos que supuestamente se querían abordar, como reclamo de los partidos políticos retrogradistas y la vialidad que le dio el perverso ministro González Alcántara Carrancá bajo la resistencia ilegal de la presidente del Poder Judicial Norma Piña, eran La remoción masiva de jueces y magistrados, El recorte salarial para jueces y magistrados en funciones, La propuesta de jueces sin rostro,La inatacabilidad de sentencias del Tribunal de Disciplina, Las amplias facultades del Tribunal de Disciplina,La prohibición de suspender normas generales en el juicio de amparo y que los estados instauren un sistema de elección de personas juzgadoras locales a través del voto popular. Sin embargo el golpe judicial resultaba tan poco sustentable que ni siquiera tuvo que llegar el estudio de fondo, es decir los rounds principales de la pelea que esperaban los televidentes. Antes de abordar puntos profundos, resultó que la Suprema Corte de Justicia de México desestimó las acciones que buscaban detener la reforma judicial por la simple falta de votos requeridos de los ministros para declarar su inconstitucionalidad.Sólo siete de los 11 ministros del alto tribunal respaldaron el proyecto de sentencia que contemplaba la invalidez de parte de la reforma y suspendía la elección por voto popular de los jueces, y es que se necesitaba la aprobación de 8 votos de los presentes para continuar el estudio y ser considerado una cuestión de constitucionalidad y no un asunto electoral, aunque en el intentó golpista, Norma Piña puso a votación que con la aceptación de 6 votos a favor bastaba para el estudio de fondo, ya que la reforma constitucional que a la vez se trataba de eliminar, decía que con seis era posible una aprobación o eliminación, es decir que en un acto de desesperación los ministros piñistas ahora sí querían hacer valer la disposición legal actual para después eliminarla. La resolución pronunciada en vivo y en directo, apuntaba a que si bien la mayoría de siete ministros se pronunció en favor de la procedencia de las acciones contra la reforma, “al no contarse con la votación calificada de ocho votos necesaria para invalidar diversos preceptos contemplados en el proyecto de resolución, el pleno del Máximo Tribunal Constitucional desestimó los conceptos de invalidez. Mientras avanzaba la sesión, a las afueras del alto tribunal, se concentraron miles de jueces, trabajadores de los tribunales, abogados y estudiantes que veían en una pantalla la sesión que estaba acaparando una gran audiencia televisiva y entre banderas mexicanas y al grito de “el poder judicial está de pie, está de pie”, los manifestantes exigían la anulación de la reforma propuesta en el mandato del expresidente Andrés Manuel López Obrador, ya que, aseguran, era una amenaza la independencia de los poderes públicos y la democracia, aseveraciones descartadas por la propia Presidente Claudia Sheinbaum, con lo que el poder ejecutivo y legislativo la avalaban como ahora también la legaliza el poder judicial, aunque como hemos mencionado, su intento de anulación era contra la ley mexicana y hacerlo para algunos juristas hubiera resultado anecdótico y para otros una rebeldía tan improcedente como peligrosa, lo que agudizaba el drama televisado. Los protagonistas de la telenovela: los ministros Yasmín Esquivel, Lenia Batres y Ortiz, quienes se mantendrán en sus cargos, y los villanos: los ministros Norma Piña Hernández, Margarita Ríos Farjat, José María Pardo Rebolledo, José Luis González Alcántara, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Javier Laynez Potisek y Luis María Aguilar Morales mejor conocido como “la Bodoquito”. Alberto Pérez Dayán quien no está en favor de las reformas y que las califica como insensatas, tampoco estuvo de acuerdo de la ilegalidad en que se pretendía combatirlas por lo que enfatizó que las reglas del juego no se cambian en la jugada y que de aprobar el proyecto del ministro Alcántara, la Suprema Corte estaría forzando una facultad que no le corresponde y también calificó como ‘insensatez’ aceptar la revisión de la reforma judicial. Y aunque en los buscadores al igual que en los noticiarios de televisión, no se encuentran con facilidad las declaraciones, posiciones y como se desarrolló esta sesión, al final Norma Piña no pudo realizar su éxito de tumbar la reforma con 6 en vez de con 8 ministros y la observancia legal que ya había sido publicada en el Diario oficial de la Federación en vez de perder su fuerza, políticamente también ha quedado más fortalecida. Tanto el expresidente López Obrador como la actual presidente Claudia Sheinbaum han defendido la reforma asegurando que ayudará a limpiar de corrupción el poder judicial y consolidará una “auténtica democracia” en México al permitir que el pueblo elija a sus servidores públicos. Ricardo Monreal, líder parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, aseguró que la decisión de la Suprema Corte de desechar la acción de inconstitucionalidad fue correcta. El legislador morenista enfatizó que prevaleció el Estado de derecho en México, ante el intento de vulnerarlo. Al final de esta telenovela, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, aplaudió la decisión y señaló que “la Corte se derrotó a sí misma” y aseguró: “Le reconozco la decencia a quienes, no estando de acuerdo con nosotros, dijeron, ‘no, eso ya es un extremo que no se puede tolerar’. Por su parte la Presidente Sheinbaum declaró: “Estoy muy contenta, el día de ayer triunfó el pueblo de México y ganó la fuerza de la razón, la cordura frente a la irracionalidad. La elección de jueces, ministras, ministros, magistrados, magistradas va el 1 de junio de 2025, la transformación del país es profunda, para bien de todas y todos los mexicanos. Fue un buen día”. Por su parte el expresidente López Obrador líder de estos cambios progresistas ha mantenido su promesa de mantenerse alejado de la vida nacional del país. “Ya no voy a ver nada, yo me jubilo. Me acaban de regalar unos binoculares que me gustaron mucho porque imagínense cuando se posen las guacamayas sobre los árboles de guapac que tengo ahí, los voy a estar viendo”, fueron sus últimas palabras del mandatario con mayores índices de aprobación en la historia de México., que sigue triunfando en su proyecto de nación y callando bocas desde una ama