Toda
expresión artística es
interpretativa aún con la más detallada
descripción, por lo que así se debe calificar la obra del compositor Chava
Flores quien fue señalado como el cronista urbano de una época histórica de
la CDMX y de la idiosincrasia del mexicano, aunque existen voces que indican
que más que la mentalidad del mexicano, Salvador Flores Rivera describió estereotipos
y contribuyó a lo mejor sin proponérselo del todo, a establecer direccionismos que se imponían por medio de la baja
autoestima del direccionado. Su obra "¿A qué le tiras cuando sueñas mexicano?" que
por conveniencias políticas fue adoptada como un himno de la forma de ser de
los nacidos en México por la radio y la televisión mexicana en 1979, alcanzó lugares de popularidad cuando la corrupción
lópezportillista y cuando el primer magno saqueo del país
que llevó al peso mexicano a una devaluación del más de un cuatrocientos por ciento. Por otra parte, el compositor mazatleco José Ángel Ferrusquilla
trataba de eliminar la autocalificación del mexicano con su obra “El Otro Mexicano” que describía a un mexicano que no usaba bigote ni traía pistola. Sin complejos de
machismo y trabajador, y que decía: “Y el salario que gano, de los vicios, lo aparto, no me
quedo tirado en mitad de la calle,quiero ser respetado no ser burla de nadie,no
tolero la imagen de aquel indio dormido…”, sin embargo su tema, poco se escuchó en la radio ya monopolizada desde
aquellas fechas. Chava Flores con su ingenio, describía el direccionismo y apuntaba en su tema: “¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano? con
sueños verdes no conviene ni soñar. Sueñas un hada y ya no debes nada, la renta
está pagada, ya no hay que trabajar”. Chava no fue testigo de la medalla de Oro obtenida
por México en fútbol antes que Brasil y contra Brasil, por eso ordenaba no
soñar que México ganaba “la copa” en la “olimpiada”. Nunca imaginó que un gobierno mexicano pudiera
demandar a países que atropellaron su verdad
histórica, ni que pudiera rescatar tesoros prehispánicos de nuestra cultura
como se hizo en el sexenio anterior, principalmente de museos de Alemania, de ahí que Flores haya
escrito: “ (sueños) de aquel tesoro que Cuauhtémoc fue a enterrar”. Tampoco previó
los cambios de una sociedad con acción
electoral, el derrumbe del PRI y la llegada de los programas sociales de primera mano, por lo que decía: “Sigue soñando
que el PRI ya no anda en zancos, que prestan en los bancos, que dejas de fumar”,
ni tampoco fue testigo de la reducción de la industria del tabaco.
Aquel tema de Chava flores que de manera simpática y regañona entonaba: “¡Ah, pero eso sí! Mañana nos
casamos,¡Pero eso sí! Mañana te lo doy¡, pero eso sí! La última y nos vamos, ¿A
qué le tiras cuando sueñas, soñador?” es parte de un México del pasado o que
quizá no existió del todo, y de una época contrastante al tiempo estelar que ha vivido nuestro país en los últimos años de nuestra política, pero que dicha canción, forma parte de un catálogo de este
compositor que poco habló del abuso extranjero, del falso intelectualismo, de la dictadura
presidencialista y de la matanza estudiantil, aunque sí describió de manera genial
algunas posturas folklóricas del mexicano en sociedad. Chava Flores falleció un
año antes de que en México se
consolidara el neoliberalismo que suplantó el mando del presidencialismo
por el mando de la empresa extranjera,
cuyo mal es mayor que el pésimo habito de no poder dejar
de fumar..Más en www.somoselespectador.blogspot.com