Los compromisos de algunas fuentes periodísticas, llaman a Silvia Pinal como la última diva del cine mexicano olvidando a Elsa Aguirre cuya figura fue más apegada a la divinidad que implantó María Félix y Dolores del Cine para la pantalla grande. Silvia era un rostro inmaculado pero sus papeles en cine y televisión no daban el perfil de inalcanzable que es característica de una diva, ya que lo único inalcanzable de Silvia era su lejanía con el pueblo de México hasta cuando fue defensora del priísmo. Silvia Pinal murió hace unas horas a los 93 años de edad, misma que encumbró como actriz en 1961 con la cinta "Viridiana" que le permitió recibir diferentes premios internacionales, pero es un hecho que Silvia Pinal estuvo más cerca de la esfera artística, política y del PRI que del pueblo mexicano. Sin tener carrera política fue su relación sentimental con Tulio Hernández que llegó a ser gobernador de Tlaxcala ya casado con Silvia, lo que permitió a la actriz ser Diputada Federal, Asambleísta de la CDMX antes de que se tuviera un congreso local y Senadora de la República todo bajo el amparo del PRI, y el alabo a personajes siniestros de la política mexicana como Carlos Salinas de Gortari o Fidel Velázquez, asesino del derecho laboral y sindicalismo mexicano, al final Pinal fue investigada por desvío de fondos y tuvo que mantenerse fuera de México. No hay forma que la actividad política de Silvia Pinal, ni siquiera como líder sindical de la ANDA, permita hacer efectivo el dicho de "quieres saber tus virtudes, muérete", caso parecido al de Carmen Salinas solamente que Silvia sí fue una artista, con todo y que en el teatro sobresalió únicamente con obras musicales. El cine fue su mejor sitio para hacer arte, al formar parte de la época de Oro, y al compartir pantalla grande con la propia Elsa Aguirre, Pedro Infante, Columba Domínguez entre otros. Hace unas horas el senado de la República en voz de su Presidente Gerardo Fernández Noroña, solicitaron un minuto de silencio y un minuto de aplausos para la actriz y no para la política. Silvia Pinal Hidalgo es sin duda una gran figura del mundo actoral y posiblemente sea homenajeada de cuerpo presente el próximo sábado en el Palacio de Bellas Artes donde también fue homenajeada en vida. Las más amplias columnas de los espacios informativos serán dedicadas a Silvia Pinal y seguramente habrá una gran convocatoria para su despedida, sobre un personaje del cual las cadenas de televisión siempre estuvieron al pendiente de su salud en cada recaída hasta la que le costó la vida.En lo que respecta a la animación por televisión, Silvia Pinal debe considerarse la mejor conductora comediante que haya marcado a la pantalla casera. La conducción en la televisión mexicana en sus inicios estaba reservada para hombres desde León Michel pasando por Mauricio Garcés, El Loco Valdés, Paco Malgesto, hasta llegar a Raúl Velasco. Cuando la mujer apareció en pantalla fue para adornarla en una jaula, acompañando casi de manera silenciosa al anfitrión, o dando recetas de cocina y consejos para el hogar. La aparición de Lolita Ayala en pequeñas cápsulas noticiosas o de Janet Arceo presentando a un artista extranjero en un programa dominical ya era toda una novedad. Mucho menos se esperaba que la conducción femenina pudiera aparecer en programas deportivos o en espacios estelares. Verónica Castro antes de romper récord de horas de transmisión y de audiencia, primero tuvo que ser una edecán cuyos ojos aparecían para adornar la interpretación de un cantante. Quien rompió esa regla con la excepción fue Silvia Pinal cuya trayectoria como conductora y comediante fue mucho más brillante que la de actriz. Pinal se ocupó de participar en obras de teatro de consumo, la mayoría musicales y de conducir un programa de melodramas, en donde poco actuaba y lo hacían los actores invitados, sobre situaciones reales que habían vivido mujeres víctimas del maltrato. La fama como actriz la adquirió por la cinta Viridiana en donde Silvia Pinal fue el atractivo máximo con su sola presencia, lo que le valió darle mayor prestigio al productor Luis Buñuel al obtener diferentes premios de prestigio internacional. De ahí Silvia saltó al cine de comedia, cuyas escenas más sobresalientes se le recuerdan al lado de TinTan, Cantinflas y con el lado más comediante de Pedro Infante, sin que la actriz haya participado en el cine de ficheras en donde destacaban mujeres de igual impresionante belleza que Silvia como lo eran Sasha Montenegro y Angelica Chaín pero cuyo prestigio quedaba por los suelos como sus ropas. Silvia Pinal en cambio la hicieron ser nombrada Diva aunque estaba lejos de aquellos personajes que parecían inalcanzables como Dolores del Río, Elsa Aguirre o María Félix, sin embargo Silvia fue una revolucionaria en la conducción que como hemos dicho estaba clausurada para las mujeres, antes de que llegarán las Gloria Calzadas, las Evelínes Lapuente, las Talinas Fernández y que Daniela Romo, Lola Beltrán, Verónica castro y Yuri tuvieran programas nocturnos en plan estelar. A Silvia le ayudó haberse desarrollado en doblaje y hacer radio de comedia con Luis Manuel Pelayo en la XEQ, pero fue en 1952 donde apareció como presentadora en TV con el programa "Con los Brazos Abiertos", pero sus mejores momentos los realizó en "Los especiales de Silvia Pinal" en 1966, Silvia Y Enrique, -en donde ella llevaba el primer crédito antes que el rockandrolero- y que duró de 1968 a 1972. Silvia en los ochentas se siguió adueñando de la buena conducción con ¡Ahora Silvia! y su máxima aparición televisiva con el programa de comedia ¿Y Ahora Qué?. Este 28 de noviembre cuando otro grande de la televisión que fue Chespirito, cumplía diez años de su fallecimiento, fue que Silvia también partió cerrando una época en la historia del espectáculo y como una presencia de ensueño.
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