Dos reinas sin corona han marcado la historia de MISS UNIVERSO con hurtos graves que les impidieron dar al mundo dos magnas bellezas como majestades. Uno ocurrió en 1988 y el otro en el 2003, ambas linduras sin el reconocimiento del justo merecimiento, han sido mexicanas. A fines de los ochentas en el certamen internacional de Taiwan, se determinó sorprendentemente no entregarle el primer lugar de belleza a la poblana Amanda Beatriz Olivares Phillips por donarlo para la tailandiana Porntip Nakhinrunranok. La mexicana de la melena y rostro hermoso, ocupó el tercer lugar y fue la única no asiática entre las cinco finalistas. Del desproporcional resultado se habló muchos años, hasta que quince años después, al principio de la década de los dos mil, se volvió a repetir la injusticia, Ahora fue en Panamá y nuevamente con otra mexicana, cuando se le hurtó la corona de belleza universal a la coahuilense Marisol González Casas y se le regaló a la dominicana Amelia Vega en vez de a quien marcaría la historia de la televisión moderna, como la conductora más bella de la pantalla hispanoamericana, y que las circunstancias dieron una ley de compensación, cuando en el 2010 se coronó como MISS UNIVERSO a Ximena Navarrete cuyo parecido con Marisol es verdaderamente impresionante. Sin los atracos a Amanda Olivares y Marisol González; México contaría ya con cinco MISS UNIVERSO, al coronarse en Las Vegas, tanto a Lupita Jones como a Ximena Navarrete, y recientemente a Alma Andrea Meza Carmona quien se coronó en Florida cuando años antes ya había sido también ganadora del certamen Miss Mundo.
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