El público estaba acostumbrado a consumir las imposiciones mediáticas ante la monopolización de las opciones musicales, hoy los avances tecnológicos y las políticas con nuevas alternativas nos dan la facilidad de buscar propuestas de calidad sin el permiso o la gracia del productor abusivo o el comunicador chayotero ni el super descubridor de estrellas aprovechado. Yunna Odet es un ejemplo de la calidad musical que merece el público que había sido subestimado, ya que con ella, podemos decir que tenemos a la gran figura de las bodas de plata de este siglo, que tanto hacía falta en la industria musical de habla hispana, y cuyo futuro, no dudamos podrá romper barreras de aduna y de idioma. Aquí una gran artista a la cual apreciamos sin compromisos y sin exageraciones en los adjetivos calificativos, y sí no, al tiempo.
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