ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.-La reanimación direccionada logra que las imposiciones conductuales se conviertan en parte de nuestros gustos y hasta de nuestras inconformidades toleradas, y establezca una ideología casi insostenible. La revelación transgerenacional que aparece cada diez o quince años principalmente en la moda, la tecnología y la música, no es una elección de los habitantes del planeta, sino el convencimiento de las mayorías por medio de la repetición publicitaria y de estrategias conductistas. Aquel padre estricto que lograba el orden de los horarios de sus hijos en las actividades caseras y dominicales, que incluía ir a misa los domingos en familia era un acto obligatorio sin repelo, y que lo colocaba como la máxima autoridad al grado que los miembros de la familia le llamaban "el hombre de la casa", no era un mérito disciplinario del también llamado jefe de familia, como tampoco lo es que los padres acompañen a sus hijos a realizarse su primer tatuaje, en el fondo es el seguimiento de una línea conductual que puede extinguirse en futuros calendarios, como se extingue la corbata acompañando al saco, o se implanta el uso de pañuelo que la rotación publicitaria ordena y alaba como Pocket Square, ante un mundo representacional de individuos que ahora les toca obedecer a su generación, cuyo único aporte a las generaciones siguientes será el velerismo mental y no la convicción de las propias ideas regidas por el humanismo, la ética y el conocimiento de la política con aras del buen funcionamiento del Estado y que pocos captan y conservan, sin que esto signifique la no variación de sus gustos. El mundo se rinde a los pies del reguetonero Bad Bunny, al grado de desposeerse de su tiempo y su dinero de manera escandalosa y adentro de una casa de campaña en el Estadio Azteca en la espera del espectáculo, cuando hace unos ayeres el Coloso parecía reducirse para albergar a Michael Jackson o el grupo Menudo que a la vez, enterraban los tumultos de Paul McCartney o Pink Floyd, sin que el cambio de gustos o actualización musical sean innecesarios o deban ser absolutos para nunca derrumbar a Wolfgang Amadeus Mozart, a Johann Strauss o a Ludwig Van Beethoven, a
Álvaro Carrillo Alarcón y a Manuel Álvarez-Beigbeder Pérez, sino por el contrario la evolución social es lo que distingue a la especie humana de la animal, pero para ello, se necesita variedad de opciones artísticas para la elección que vayan en contra de la procuración de torpeza en donde a veces resulta más torpe la especie humana que la animal, por la falta de criterio sustentable y sin el tratamiento de la conducta libre basada en la liberación de creencias y valores que no nos permiten cumplir con la actitud en armonía a nuestra cultura con enlace a otras, la enseñanza familiar sin dominio absolutista, y en nuestra propia personalidad que nos brinde la capacidad de remar contra corriente de una manera analizada en caso de que multitudes se dirijan en un sentido direccionado o quieran llevarnos sobre su propia corriente sin ni siquiera pronunciar la palabra: -no-, para el caso de que nuestro pensamiento esté divorciado con el consumo de canciones que tocan temas de complacencia al racismo, clasismo, gentrificación, desechabilidad y violencia
generalizada -que mediáticamente es hoy llamada violencia de género-, y que son capaces de liderear las listas de éxitos de las plataformas
digitales hasta ser las más escuchadas en el planeta. Los conciertos de Bad Bunny realizados en México y principalmente en el Estadio Azteca, que lograron reunir a más de 175, 000 espectadores en menos de veinticuatro horas y que adquirieron sus boletos para el concierto desde hace doce meses de anticipación, provoca hacer volar al cantautor puertorriqueño como el máximo exponente de la historia del arte en centroamérica tal y como vuela físicamente en un asís en sus multitudinarios conciertos y que seguramente también lo colocan como el máximo recaudador empresarial de la industria del entretenimiento internacional.
PARA ACCEDER A MAS CONTENIDO; DAR CLICK EN LAS ENTRADAS ANTIGUAS QUE SE ENCUENTRAN AL PIE DE ESTA NOTA