Desde que el hombre llegó a la Luna; todo lo demás son pretextos. La conquista del espacio y la recuperación del tiempo son los máximos desafíos del hombre por medio de la ciencia y la tecnología. Difícilmente en el mundo actual se puede recuperar la capacidad de asombro de admirar la luna, de suspirar con un atardecer, de querer chocar nuestra cara con el viento de la noche y ahora los mensajes de textos nos impiden suspirar con la voz del ser amado y después colgar para que no sepa del enamorado espionaje. Cuando parecía que todo lo informativamente posible lo había ganado Zabludobsky al testimoniar desde la llegada del hombre a la luna, la destrucción capitalina en el terremoto en México y la prensidictadura del PRI; es que ha sido la comunicadora Luciana Wainer quien renovadamente le ha contado a los mexicanos, con su belleza e inteligencia, una nueva historia. Wainer tuvo que informarnos del socialismo tradicionalista moribundo en Cuba, del fracaso democratizador en Estados Unidos y de la nueva política contraneoliberalista en México, y es con su sonrisa y profesionalismo,que también nos enamora a querer ver hacia la luna.
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Lo dicho por Andrés Manuel
López Obrador en sus cien días de gobierno de su tercer año como presidente,
expone un cambio presidencialista que se encamina a una transformación
política, que al menos en la silla presidencial es más que evidente. Sin
embargo el país requiere también un cambio político que lo debe sintonizar
pueblo y gobierno, y también un cambio social cuya facultad es exclusiva del
pueblo. La llegada de un presidente de
la izquierda para derrumbar un abuso
presiempresialista sin brotes de violencia, refleja la labor estratégica electoral
del lópezobradorismo sin embargo los cambios profundos que implican
revoluciones, no están al alcance ni de los gobernantes ni de la simpleza de la
emisión del voto. El gobierno lópezobradorista mientras tanto, seguirá con su
proyecto de la autosuficiencia de recursos renovables y no renovables y la
desradicación de la corrupción. Por eso el jefe del ejecutivo federal, acentuó:
“Aun con la fuerte pandemia del COVID-19 y otras calamidades, México se
transforma y progresa con justicia y paz social. La fórmula de gobernar con
honradez y austeridad, funciona; incluso, en circunstancias de crisis y a pesar
de la nefasta herencia que recibimos del periodo neoliberal.Con la política de
cero corrupción hemos podido hacer más con menos y, sin permitir lujos o
derroche, hemos ahorrado cientos de miles de millones de pesos.Se mantienen
finanzas públicas sanas. No hemos contratado deuda adicional a lo aprobado por
el Congreso, no hemos aumentado impuestos, ni se han incrementado por encima de
la inflación los precios de las gasolinas, el diésel, el gas y la electricidad.
Asimismo, nuestra moneda, el peso, no se ha devaluado y la inflación se
mantiene controlada.Los ahorros por no permitir la corrupción y por hacer un
gobierno sin privilegios, que evita los gastos superfluos, nos han permitido
financiar el programa de bienestar más importante en la historia de México.Las
pensiones a los adultos mayores y a niñas y niños con discapacidad, las becas
desde preescolar hasta posgrado, el mejoramiento y la construcción de vivienda,
los créditos a la palabra, la atención a jóvenes que trabajan como aprendices,
el apoyo directo a los comités de madres y padres de familia para mantener en
buen estado las escuelas, el garantizar atención médica, medicamentos y vacunas
de manera universal y gratuita, entre otras acciones de desarrollo social,
benefician a la mayoría de la población.En este programa de desarrollo con
sentido social destacan las acciones destinadas a rescatar el campo y a sus
pobladores. Ahora los campesinos más pobres, sean ejidatarios, comuneros o
pequeños propietarios, reciben apoyos directos para sembrar. Se les entregan
fertilizantes de manera gratuita y se benefician con Precios de Garantía en
maíz, frijol, trigo, arroz y leche.Tanto por estos estímulos como por los
créditos de la banca pública y privada, pero, sobre todo por el acceso al
mercado de Estados Unidos, la producción agropecuaria del país, a pesar de la
pandemia, se incrementó en 2020 en dos por ciento en comparación con el año
anterior.En cuanto a la pesca, también aumentó el volumen de captura de las
distintas especies y por primera vez se entregaron apoyos directos en efectivo
a 200 mil pescadores de escasos recursos económicos.Mención especial merece el
programa Sembrando Vida, por tratarse del esfuerzo más grande reforestación en
el mundo. En esta importante labor trabajan 420 mil campesinos que reciben un
jornal de cinco mil pesos mensuales para plantar árboles frutales o maderables
en sus parcelas. En la actualidad, se han sembrado 700 millones de plantas y se
llegará a mil millones de arbolitos para cubrir una superficie de un millón de
hectáreas en 20 estados del país.Así como aspiramos a ser autosuficientes en
alimentos, también buscamos producir en México las gasolinas, el diésel y el
gas que consumimos y ser independientes en la generación de electricidad.Reitero
que la política petrolera del país tiene como propósito respetar los contratos
otorgados por la llamada reforma energética del sexenio anterior, pero no
entregaremos nuevas concesiones para la explotación del petróleo y seguiremos
protegiendo a Pemex para mantener su participación actual en el mercado de las
gasolinas, el diésel y otros derivados.Esta política energética busca producir
en México las gasolinas que el país consume y dejar de importar combustibles
del extranjero. Con este fin, se continúa destinando recursos para la
modernización de las refinerías existentes.Se reiniciará la construcción de la
planta coquizadora de Tula, Hidalgo, y se va a concluir a mediados del año
próximo la nueva refinería de Dos Bocas, Paraíso, Tabasco.Aun cuando se han
descubierto tres grandes e importantes yacimientos petroleros durante nuestro
gobierno, la extracción de petróleo se destinará a la refinación y se acabará
con la práctica de exportar crudo y comprar gasolinas; es decir, toda la
materia prima será procesada en nuestro país.Esta nueva política significa no
extraer más petróleo que el indispensable para cubrir la demanda de
combustibles del mercado interno. En términos cuantitativos, esto significa que
durante todo nuestro mandato no sacaremos del subsuelo más de dos millones de
barriles diarios. De esta forma evitaremos el uso excesivo de combustibles
fósiles, seguiremos actuando de manera responsable y no se afectará la herencia
de las nuevas generaciones.La Secretaría de Hacienda y Crédito Público
continuará reduciendo los impuestos a Pemex para garantizar la ejecución de su
programa de inversión, mantenimiento y operación. Pemex es una empresa de la
nación y siempre contará con el apoyo del gobierno de la República.Se terminará
de limpiar de corrupción a nuestra empresa petrolera”, y agregó: “No permitiremos nunca más casos como
los de Odebrecht, o el de la compra a precios inflados de las plantas de
fertilizantes, ni la entrega de moches o sobornos a funcionarios y legisladores”.