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sábado, 17 de febrero de 2024

¿ NO HAY MAS PRINCIPE QUE EL PRINCIPE ?

 


























Muchos cantantes jóvenes recorren bares, lugares de espectáculos y en el mejor de los casos canales de televisión, buscando una oportunidad en el panorama artístico como en los años sesentas lo hizo José José.  En aquellos años, los centros nocturnos de la Zona Rosa y restaurantes como el Apache 14 se deslumbraban con la voz de El Príncipe que a luces  se escuchaba como un intérprete fuera de serie que  más tarde sería recorrido como el máximo cantante en español de la historia del arte. en estos años se ha escuchado nombrar al cantante Daniel Núñez quien se presenta como "la voz de un príncipe" por su parecido tono de voz a la de José José, al cual  no solamente trata de alcanzar sino que también lo imita, y en algunas ejecuciones le sale correctamente tal imitación, sin embargo en aquellos salones desafamados que  con entusiasmo recorre, aparece  al igual que en el caso de otros cantantes, el fantasma del Príncipe de la canción que nos recuerda que José José solamente habrá uno, aunque su mote de Príncipe  haya vencido ante el registro de propiedad intelectual  y sí dicho nominativo no es renovado, entonces los herederos de la marca de José José podrían perderlo o ya haberlo perdido, según dicen quienes han visto la caducidad de los registros.


HERMOSO CARIÑO POR EL MARIACHI

 







































































El neoliberalismo no solamente es una doctrina política cuya acción de globalización es tan  perversa que ha tratado de ni siquiera ser definida, para disfrazarse de simplemente libre mercado, sino que el neoliberalismo es también una filosofía  cuya base es la limitación  del Estado, la gobernabilidad  para particulares y la eliminación de patrimonios culturales regionales para el imperialismo de un único pensamiento colectivo, situación que afecta a países con una cultura austera, pero mucho más a aquellos ricos en tradiciones como es el caso de México. Por ello, no es coincidencia la imposición mediática de nuevos ritmos, la intromisión de otros lenguajes en nuestro idioma, el bombardeo mediático contracultural y el abandonó a sitios que son fuente del patrimonio nacional y que también han sido declarados patrimonio de la humanidad por la doblemoralista ONU, como lo son zonas turísticas  de nuestro país como "La Plaza de los Mariachis" en Guadalajara que hoy en día es un patio en el abandono, convertido en un  albergue insalubre para la prostitución y posada para personas en situación de calle, o el caso de Plaza Garibaldi que vive parecidas condiciones a la de Guadalajara, que tiene un nombra apropiado para el alago al extranjerismo para el australiano Guiuseppe garibaldi y que está rodeada  del derrumbe de la vida nocturna cdmxense, ante la limitación de horarios para la diversión nocturna, horfandad de un plan turístico y bajo la custodia de edificios fantasmas como "El Teatro Blanquita" cuyos únicos visitantes son la fauna nociva. La idea falsa de que la bohemia  es para viejos y borrachos y de que el Mariachi únicamente sirve para un estado de ánimo en depresión y vicio, se derrumba ante el alto consumo de alcohol y cada vez a más corta edad, de los jóvenes que disfrutan del reggaeton y como lo hacían sus padres en las tocadas de rock, y respecto a que el mariachi está sometido a un estado de ánimo específico, es una observación inexacta, si partimos que toda música es dependiente a un estado de ánimo, incluyendo al rap, y que es la música  mexicana de las pocas que abarcan todo tipo de disposición emocional, por lo que escuchamos mariachi en parrandas pero también en conquistas amorosas, en ceremonias religiosas y hasta en entierros. El hecho de que la televisión y parte de la radio se haya divorciado de la música tradicional mexicana no es un indicativo de un rechazo para la misma, ya que se escucha en demasía en los medios de comunicación no tradicionales, en las redes sociales, en las calles y en la memoria colectiva del mexicano que se orgullece entre violines y guitarras, aunque  el direccionismo  aveces consiga manipular hasta a los propios músicos que hablan de rescatar a nuestra música cuando a quienes hay que rescatar es a aquellos medios que no la difunden y que cada vez  fracasan más,  mientras que el mariachi sigue sonando y quiere bailar. Los conductores  elena Bravo y José Angel Martínez transmitieron para "los Concurrentes" desde Plaza Garibaldi, en donde los visitantes llegan convencidos de  digerir antojos mexicanos y escuchar música mexicana, ya que pese al poco profesionalismo de algunos músicos por no tener un repertorio amplio, los visitantes siguen pidiendo una extensa variedad de temas que ni los propios contratados se saben. Ante la ineptitud de las autoridades y el boicot para el estancamiento de nuestras zonas turísticas y tradicionales, el mexicano y el turista conocedor, siguen asistiendo a una Plaza llena de Mariachi, que en el caso d egaribaldi, ya debería adoptar el nombre de "Plaza Garibaldi- José Alfredo Jiménez", como lo demandan sus calles que resaltan con la estatua del guanajuatense, de Juan Gabriel y de otros grandes compositores y e intérpretes de nuestra música, y el esfuerzo de empresarios de lugares tradicionales  para todo México, como lo es salón Tropicana, El tenampa y Guadalajara de Noche.


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