Hasta los propios seguidores de Paulina Rubio saben que no es una buena cantante y que su estilo, personalidad y publicidad son lo que la han sacado a flote a falta de talento interpretativo, por lo que no tuvo necesidad de tratar de ocultar sus limitaciones y en su reciente concierto, regañar en público y en plena ejecución al baterista que acompañaba al conjunto musical en donde Paulina cantaba mitad en vivo y mitad con Playback, como lo suelen hacer en sus conciertos, los cantantes desechables. No sabemos sí ademas de un error de ritmo, también existía un problema personal entre la Pau y su músico, pero nada justifica la actitud de la rubia, que mostró claramente como el seno familiar, le brindó lujos, elegancia, un comportamiento social de alto nivel pero pésima educación, contrario al correcto y paciente comportamiento del músico regañado que aguantó el malhumor de La Chica Dorada en Público, que nada sabe de buenos modales, seguramente también carente de sensibilidad política y social y hasta de valores nacionalistas al ser mexicana pero empeñarse en hablar como española y aveces ni siquiera como ibérica sino como una niña con cierto retraso mental. Hoy un baterista tuvo que pagar los complejos de Paulina que puede vivir del engaño de ser una artista internacional pero que no sabe que hacer con el autoengaño, sabedora de que su talento es muy corto, que la melena rubia la hacía sobresalir en el grupo Timbiriche pero que en talento puro, estaba por detrás de Sasha, de Alix, de Mariana y de Thalía quien hasta ahora es su meta inalcanzable en cuanto a voz, talento, preferencia, belleza y calidad de trayectoria, por lo que supuestamente, Paulina se ha dado a rogar para el reencuentro Timbiriche, pero seguro que es la más necesitada en el ocaso de su carrera de la cual, solamente ha brindado imagen.