El presidente Andrés Manuel López Obrador apareció por
tecera vez en su sexenio, para dar el grito de Independencia desde el balcón de
palacio Nacional y por segunda ocasión, sin gente en la plaza, debido a la pandemia de COVID-19. Primeramente se guardó un minuto de silencio
en memoria de las víctimas de la mortal
pandemia y luego al tradicional grito, el Presidente de la izquierda,
agregó la exclamación ‘¡Vivan las culturas del México prehispánico!’. También
con jubiló, alzó la voz para decir: ¡Viva Miguel Hidalgo y Costilla!¡Viva José
María Morelos y Pavón!¡Viva Josefa Ortiz de Domínguez!¡Viva Ignacio Allende!¡Viva
Leona Vicario! ¡Viva Vicente Guerrero!¡Vivan los héroes anónimos!¡Viva la
libertad!¡Viva la justicia!¡Viva la igualdad!¡Viva la democracia! ¡Viva la
honestidad!¡Viva nuestra soberanía!¡Viva la fraternidad universal!¡Viva el amor
al prójimo!¡Vivan las culturas del México prehispánico!, y al final tres veces:
¡Viva México!. Posteriormente se proyectaron dos Videomapping de México –
Tenochtitlan, aparecieron los peligrosos contaminantes y polémicos juegos de pirotecnia y se cerró la ceremonia con la
interpretación musical de Lila Downs con
el tema Latinoamérica.
A nuestros espacios informativos, no los pueden señalar de que callamos como momias de los abusos de poder y del mal gobierno de Enrique Peña Nieto y sus antecesores, al grado que muchos pensaban que el reclamo al mandatario en turno era nuestro estilo o que lo hacíamos para ganar audiencia, pero se llevaron una gran sorpresa que no ocurrió lo mismo en este sexenio, cuando para nuestro punto de vista, y hasta el momento, el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho un buen gobierno. Ni aplaudidores ni metódicamente atacadores, ni rebeldes sin causa ni resentidos de haber perdido beneficios extra periodísticos que ni nos han interesado ni hemos tenido. Sin embargo, no podíamos evitar en el sexenio peñista, el enojo que causaba las buenas críticas para Angélica Sofía Sainz Rivera, que contrastaban con las que le hacíamos a su padrastro como presidente. En su debut en teatro, Sofía Castro se adjudicó El Premio Arlequín entre otros reconocimientos brindados por la crítica teatral, situación que estamos convencidos se los otorgaron por su buen desenvolvimiento en el escenario y no por ser hija de Angélica Rivera cuando ésta, era la primera dama del país. Sofy que estaba rodeada de charcos de corrupción a su andar, ahora vive otra etapa en donde tiene que refrendar su talento. Ahora ya no aparece en el balcón presidencial y el grito de independencia, si quiere verlo, tiene que ser por medio de la televisión, pero lo que seguirá realizando, son sus apariciones en el escenario y en los foros de televisión, como lo ha hecho desde los 10 años, cuando participó en la telenovela "Teresa", o como lo hace en este sexenio en su participación en la película "Monster Party" o en la serie biográfica de Luis Miguel, ya que su carisma, belleza y talento, es algo que no obtuvo por medio de la banda presidencial.
Ante un gobierno revolucionario para el presidencialismo en México, encabezado por el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador, parece que la televisión pública, no tendrá su transformación como se quiere modificar para bien, la vida pública del país. La transmisión del tercer grito del Presidente López Obrador fue la prueba de ello, al hacer de una fiesta mexicana un buen somnífero para el televidente. Del extremo a las mujeres que conducían la ceremonia como programa de concursos o la sección erótica del clima, pasamos a la conducción de funeral con una pésima narrativa de lo que en Palacio Nacional y en laPlaza d ela Constitución ocurría, al grado de que invadió un silencio, que nadie que tenía posesión del micrófono, explicó que se trataba de un minuto de silencio por los fallecidos en la pandemia del COVID19. Luego una dirección de cámaras monótona, sin tomas estratégicas para enriquecer la transmisión, con una toma repentina en donde desde el balcón presidencial se captó la presentación musical de la cantante Lila Downs, que hasta antes de esa toma, el televidente no había podido tener la plena seguridad si se trataba de una interpretación en vivo o pregrabada. en cuanto a los vivas, que contestaban los gritos memorables del Presidente, nunca se supo de donde venían o si provenían de una grabación que de igual forma, quizás podría reproducir risas grabadas, si fuera el caso. Y así una serie de fallas, en donde la televisión del gobierno se sujeta a lo aburridamente institucional como si el entretenimiento y la realización creativa estuviera peleada con el presupuesto, cuando la tecnología nos permite reducir gastos y no tratar este tipo de transmisiones, como si no fuera compatible destreza con programación cultural. La radio que cumple cien años en México y que fue pionera den transmitir los actos presidenciales, ahora inútilmente, no transmiten la conferencia mañanera del Presidente, siendo que se ha comprobado, que por primera vez los comunicados de un mandatario cuentan con enorme rating. Y a lo que respecta a la televisión, resultaban más creativas las transmisiones pioneras, en donde el primer informe presidencial en programarse, fue el brindado por el presidente Miguel Alemán Valdés, y que con menos recursos técnicos, realizaban tomas más creativas que la que pudimos apreciar en el grito que hoy brindó el Presidente López Obrador, cuando al no poder asistir los ciudadanos a la Plaza del Zócalo, su importancia televisiva era elemental. También es un hecho, que recordamos transmisiones que han pasado de ser deficientes a ser ridículas, como los gritos montados, en favor del Presidente Peña Nieto o el último grito del presidente López Portillo, en donde apareció en un balcón oscuro para dar el grito, lo que provocó la falsa especulación que no había sido él, quien apareció en el balcón presidencial. También recordamos aquellos gritos chayoteros de Hannia Novel dentro del salón de invitados o la luz en la cara de Felipe Calderón con un rayo láser que denunciaba su ilegitimidad. Resulta evidente con la transmisión de hoy, que la reacción de los medios de comunicación del gobierno, no están a la altura del momento histórico en que más se requieren, para que el televidente los prefiera a los medios privados, que sirven a intereses golpistas; y al uso adelanto tecnológico, en donde hasta un ciudadano común, puede realizar vídeos creativos mediante un teléfono celular, por lo que resulta inexplicable, la torpeza creativa y el resultado de la radio y de la televisión pública, que ante el saneamiento de la vida pública del país, no solamente deberían estar realizando programas de original contenido con producciones adecuadas, sino que incluso, se debería estar pensando en la realización de programas de exportación y fuente de recursos para nuestro país.
PARA ACCEDER A MAS CONTENIDO; DAR CLICK EN LAS ENTRADAS ANTIGUAS QUE SE ENCUENTRAN AL PIE DE ESTA NOTA