Estamos a unos
días de que termine el ejercicio de comunicación más interesante e importante
en la historia de la televisión y de la radio en México, ya que será el próximo
lunes 30 de septiembre, la última Mañanera que realizará el presidente Andrés
Manuel López Obrador al terminar su mandato constitucional, los primeros
minutos de Octubre. Lejos de cualquier
formato o producción que pudo haber tenido la transmisión de cada mañana desde
el salón de Tesorería de Palacio Nacional, lo sobresaliente de estas emisiones fue la excelente manera de
comunicar por parte de su orador, que fue capaz de acabar hasta con las
audiencias apegadas a los medios comerciales y de romper récords de
sintonización por parte de los espectadores para un mensaje o un canal de
gobierno, al grado que las propias cadenas informativas, tuvieron que enlazarse
de manera simultanea a la señal de presidencia, en donde el Presidente López
Obrador marcó una barrera que no era visible, entre la publicidad, la
propaganda o la comunicación en los dichos de los presidentes. La revolución
presidencialista en la que se basó el lópezobradorismo en una inspiración que fue denominada como “la Cuatro T”, logró
romper la figura presidencial unipotente, hipócrita, demagógica y corrupta
que prevalecía en el Presidente en curso hasta en el discurso, con limitadas
conferencias de Prensa, mismas que ni eran transmitidas en vivo, ni estaban
libres de censura, es decir, muy diferentes a Las mañaneras del Presidente
Andrés Manuel López Obrador, que estando durante horas de pie, fue capaz de contestar todo, no ocultar nada, de
fortalecer su credibilidad, exhibir a sus adversarios mentirosos y a
grandes periódicos que entre los lectores tenían prestigio pero
entre los gobernantes resultaban extorsionadores, y concientizar a un pueblo
cuya única fuente de información eran los llamados líderes de opinión con
dobles intenciones ajenas a las reales y a las periodísticas. Ahora cada
palabra en la propia voz del titular del
ejecutivo, resultaba desmentida por los periodistas a renta de intereses diferentes
a los periodísticos, pero después resultaba acreditada y comprobada en la cita
matutina que muchos decían desaparecería en los rimeros meses del sexenio. Para
Ana Elizabeth García Vilchis quien tuvo durante los dos últimos tres años de
estas conferencias, su sección informativa de nominada “quién es Quién en las
mentiras”, calificó de la siguente manera estas mañaneras como actividad de
contrarrestar ideas y de comunicar, y dijo: “ Es un espacio disruptivo; para
algunos, controversial. Y como aquí mentirosos no somos, hay que decir también
que varios personajes, periodistas, políticos, medios de comunicación y
opositores se molestaron al verse exhibidos en mentiras muy elaboradas,
rebuscadas y otras burdas, hasta nos regalaron piezas de humor involuntario.Nuestro
trabajo consistió en ejercer el derecho de réplica, siempre con respeto al
trabajo periodístico, de evidenciar la desinformación, eso sí hay que decirlo
fuerte para que se escuche lejos, nunca fue con el afán de estigmatizar a
nadie.Y una parte del legado y las enseñanzas que nos deja el presidente López
Obrador fue justamente democratizar la conversación pública a través de hacer
visibles a todos aquellos que hacen periodismo independiente, ese periodismo
verdaderamente independiente que desde espacios no tradicionales, quienes con
sus herramientas lograron avanzar en el empoderamiento de sus espacios
informativos, benditas plataformas digitales, benditas redes sociales.Pero, lo
más importante, las mañaneras también sirvieron para reivindicar la capacidad
del pueblo de recibir información sobre la opinión de comunicadores, medios de
comunicación y expertos. Aquí fue un parteaguas, aquí no importa el apellido,
la plataforma más escuchada en la radio o en la televisión, el apellido más
rimbombante, sino que las personas tuvieron el derecho a decidir qué es lo que
en México pasa, y ese es un avance y un logro de la Cuarta Transformación de la
vida pública en México.El pueblo escucha, leer, revisa y compara información.
Ya no es el tiempo en que la opinión de los poderosos es la que vale, esa ya no
es la verdad absoluta. Además, se generó, con el ejercicio de las mañaneras, un
pueblo politizado que tuvo la capacidad de diferenciar lo que es verdad de lo
que es mentira y tomar decisiones a partir de eso. Sí, eso también es
democracia, no solamente en es la democracia en las urnas, sino la democracia
participativa”. Por su parte el presidente López Obrador advirtió sobre el
desempeño de ésta periodista, y dijo: “ Quiero aprovechar para agradecer a
Elizabeth por su apoyo, su colaboración. Tres años informando sobre lo que
sucede en los medios de comunicación, haciendo este resumen para todo el
pueblo, para los que ven, escuchan esta conferencia.Son pequeños botones de
muestra del comportamiento que han tenido los medios de información, que no han
sido lo mejor que digamos. Desde luego que hay honrosas excepciones, pero la
mayoría de los medios de información en nuestro país se dedican a la
manipulación, a defender intereses de los que se beneficiaban en el antiguo
régimen, los que se dedicaban saquear, a robar y a despreciar a nuestro pueblo,
a la mayoría de los mexicanos.Entonces, ese fue el papel de la mayoría de los
medios, la prensa escrita, la radio, la televisión, y también en las benditas
redes sociales porque se introdujeron en las redes sociales con mucho dinero,
con expertos en el manejo de la automatización de las redes sociales, y pagaban
para repetir mentiras con robots. Es célebre ya, es otro timbre de orgullo la
campaña de ‘AMLO presidente narco’, que alcanzó millones de vistas, son de las
campañas más difundidas en el mundo y desde luego con mucho financiamiento. Y
estoy muy contento porque son como pruebas de ácido para medir el nivel de
consciencia, de información, de confianza, de nuestro pueblo, y en todos esos
ataques, en todas esas lanzadas, salimos adelante.Yo creo que queda como
lección que ya no es lo mismo de antes, en que los medios convencionales eran
determinantes en la vida pública. Ya aquello de ‘el cuarto poder’ no se apega a
la nueva realidad, ahora el poder soberano más importante, influyente, es el
pueblo. Estamos viviendo una auténtica democracia porque es nuestro pueblo el
que va adelante, a la vanguardia en el proceso de transformación de nuestro
país.También sería ilógico un contrasentido que en un proceso de transformación
fuesen adelante medios convencionales que se crearon para defender intereses y
defender privilegios, eso sería completamente extraño, raro. Por eso, siempre
insistimos que para transformar lo más importante es apoyarse en el pueblo,
aplicar las dos máximas de dos grandes oaxaqueños:‘Sólo el pueblo puede salvar
al pueblo’, decía Ricardo Flores Magón.Y ‘con el pueblo, todo; sin el pueblo,
nada’, decía el presidente Juárez. Pueblo, pueblo, pueblo, aunque no le guste a
la élite, a las élites, pueblo. Y con el pueblo se transforma. Y el pueblo es leal,
el pueblo no traiciona, eso como enseñanza para los jóvenes.Arriba hay mucha
falsedad, son amigos de mentiras y enemigos de verdad; abajo no, con la gente.
Y nosotros tenemos muchas enseñanzas en nuestra historia, lo que le hicieron a
Madero, Apóstol de la Democracia, un hombre bueno que quería la libertad para
el pueblo, la democracia, en un tiempo que eso parecía inalcanzable, y lo
traicionan los de arriba, la cúpula, porque no pudo o no tuvo la visión de
apoyarse en el pueblo, de aliarse con Zapata, y se quedó sin el respaldo
popular y a expensas de una pandilla de rufianes que terminó asesinándolo.Entonces,
para transformar es con el pueblo, y hay que tenerle amor al pueblo y respetar
al pueblo. Por eso pudimos nosotros enfrentar todas las lanzadas de los medios,
porque vaya que se esmeraron en atacarnos, y no pudieron, por el apoyo popular,
por el apoyo del pueblo. Entonces, eso es mucho muy importante”.
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