“Panamá es soberano y determina a quien le dice no y a quien le dice
sí, nosotros respetamos a México y nos hubiera gustado ganar el último partido
(eliminatorio al Mundial entre México y Panamá en donde se marcó un penalty
inexistente en contra de Panamá que lo deja fuera del mundial de Qatar 2022), y
no voy a entrar en el tema de porqué no usaron el VAR (videoarbitraje) en ese penalty, pero desde el punto de vista de
Panamá somos respetuosos no solamente de México sino de todos los países”
señaló el Presidente panameño Laurentino Cortizo después de que el pasado uno de
febrero, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador anunciara el
cambio de la candidatura para embajador de México en Panamá tras el rechazo de
Pedro Salmerón por el país centroamericano, argumentando que no es persona
grata por tener señalamientos de acoso sexual, sin que existan carpetas de investigación,
ni denuncias formales, ni probanzas, ni procesos penales, ni sentencias
condenatorias al respecto y en
contra del señalado, mismo que para evitar mayores problemas diplomáticos
renunció a su elección como embajador. El
mandatario de Panamá no solamente
rechazó la elección de un embajador mexicano sino que infantilmente
no dejó pasar su reproche por la derrota de su selección de fútbol frente a la
mexicana de 1-0 en el Estadio Azteca. El titular del poder ejecutivo en México, también dijo: "Resulta que lo propusimos para embajador en Panamá ( a Salmerón) y como si fuese la Santa Inquisición, la canciller de Panamá se inconformó que
porque estaban en desacuerdo en el ITAM (Instituto tecnológico Autónomo de
México de donde surgieron las acusaciones contra el promovido)”. Pero lo que le
faltó reprochar al presidente López Obrador a los panameños, fue aquel robo en
Miss Universo, cuando en Panamá ni siquiera se señaló como finalista del
certamen a la mexicana Marisol González Casas, quien no solamente era la mejor
exponente del concurso de belleza del 2003 sino uno de los rostros más bellos
que hayan aparecido en la televisión
mundial, por lo que no coronarla fue un robo mayor a lo ocurrido en el Estadio
Azteca. Sin embargo lejos de estas anécdotas, malentendidos diplomáticos y
maniobras políticas, se encuentra la hermandad y el cariño que se tienen, el
pueblo de México con el pueblo de Panamá.