El cantante cubano Francisco Céspedes quien en una entrevista para somoselespectador cuando el Prian estaba inyectando a nuestro país de neoliberalismo, advirtió no hablar de política ya que ese era trabajo d elos políticos no de los artistas, punto de vista que en su momento no compartimos pero que ahora ante un gobierno mexicano de izquierda, maldijo al presidente Andrés López Obrador por haber invitado en representación del gobierno mexicano, al presidente de Cuba Miguel-Díaz Canel, por lo que el cantautor soltó una plegaria para que el Presidente de México llegará al final de su vida, con lo que le deseó la muerte. Céspedes abandonó Cuba para refugiarse en el modelo económico que acepta el imperialismo y con sus retrogradas declaraciones se convirtió en otro personaje al que se le ha caído su mascareta como a muchos otros, que han mostrado su inmoralidad pero también su ignorancia. El eterno debate y las pláticas injuriosas por defender el capitalismo o el socialismo, no comprenden que ambos conceptos más que ser una forma estructural de gobierno, resultan doctrinas y filosofías socioeconomicas, que al final de cuentas ninguna puede ser aplicable al pie de la letra en sus principios, y que al final fracasan por no mantener un sistema mixto. El llamado socialismo, no es el mismo que se aplica en Cuba que en China, ni el capitalismo es el mismo que se aplica en Estados Unidos que en Japón, ni el sistema de gobierno de México puede ser comparado con ninguno otro,porque cada uno tiene su particularidad. Las doctrinas políticas azules o rojas, pueden ser muy bien intencionadas o perfectas en la teoría pero la práctica depende de los errores o malas intenciones de cada Estado aunque el responsable directo sea su gobierno. El Presidente López Obrador que resulta uno de los mejores mandatarios que ha tenido México desde hace muchos años, se enfrenta a la resistencia que no solamente emana de la reacción natural ante cualquier cambio por los grupos conservadores, sino también de la comodidad que producía un sostén corrupto para un grupo inmoral sin sustento democrático, por lo que su única defensa es el insulto, la mentalidad perversa, delictuosa y huérfana de argumentos sustentables, como ocurre en el caso de Céspedes,con lo que en vez de desvirtuar el dicho de su opositor, termina con ejemplificarlo y en donde olvida que el odio es capaz de destrozar todo, hasta lo sublime que en principio pudo haber sido una obra artística.."Yo lo que quiero decir es que no debemos desearle el mal a
nadie, y que yo no siento ningún agravio de su parte. Y les pido a todos que
respeten su punto de vista aún cuando sea extremo”, señaló el Presidente López
Obrador respecto del dicho irresponsable de Céspedes y agregó: “Hay que
entender que andan de mal humor los de la derecha. En México y en todo el mundo
la derecha anda corajuda. Estamos en una confrontación política...y hay posturas
diferentes”.