Posteriormente a la independencia y a la revolución mexicana, y con el nacimiento del partidismo en México, se podrá hablar de muchas plumas brillantes, de grandes genios de la comunicación, de maestros del periodismo, de la crónica y el reportaje, pero poco se puede hablar del periodismo con autonomía y alejado de la corrupción gubernamental y al servilismo empresarial. Muestra de ello es una ley de prensa que ha convenido no actualizarse, la letra muerta que implica la concesión de medios, así como las observancias que supuestamente fueron creadas para protección del periodista pero no para la desvinculación del subsidio de gobierno. El circulo cerrado que anteriormente mezclaba con mayor acercamiento a periodistas con políticos, artistas y empresarios, los hacían parte de una agrupación social cómplice y parte de la corrupción en donde a todos les convenía callar y ser tutelados por el monopolio informativo y de entretenimiento. La creación de programas académicos y adelantos tecnológicos dirigidos al periodismo, no han mostrado perfeccionamiento en el oficio de informar y sí en la tarea de direccionar, pero ahora bajo un candado abierto en donde por medio del internet, el televidente puede ser creador de opinión y el radioescucha puede ser radioparticipante sin tener que pasar por la aduna del dictado a la telefonista que escribía y pasaba el recado al conductor que determinaba si el mensaje sería leído o no, es que el oficio del periodismo en cuanto a su transmisión, resulta tan fácil como lo era girar el disco del teléfono para hacer una llamada, sin embargo en cuanto al uso inteligente de la libertad de expresión, de la exposición y de asumir las consecuencias de la veracidad, realmente, los periodistas experimentados y tradicionales resultan con las mismas aptitudes y pifias que los novatos, que los desoficiosos y que los improvisados comunicadores, ya que quienes presumen años de experiencia y haber vivido la vieja guardia, han perdido la credibilidad por mentirosos y manipuladores y que sin la protección monopólica resultan tan vulgares, antiéticos y violadores de la ley como lo hacen los irresponsables usuarios digitales que solamente exponen ocurrencias sin preparación alguna, y muestra de ello, es el fracaso direccionista de las elecciones presidenciales en México en el 2018 y en el 2024, o los escándalos en que supuestamente elementos de la monarquía de la radio, han propiciado al ofender a personas públicas respecto a sus vidas privadas. Hace 16 años surgió somoselespectador cuando todavía se usaba grabadora y hasta papel y lápiz que al vivir sus últimas generaciones, se sustituyó por los dictáfonos y la grabadora digital, después por el celular quien arrolló hasta con la cámara de vídeo y la fotográfica, sin embargo la mentalidad de un periodismo de avanzada, aún no aparece a la par de tantas facilidades de transmisión y de acercamiento a los espectadores. El esfuerzo de nuestro espacio sigue determínate en su vocación informativa que desde antes de su creación conoció la máquina de escribir y la redacción para la prensa escrita, también hemos realizado actividades en los medios tradicionales y monopólicos como en los medios no convencionales y autosuficientes, pero que ahora son los tiempos políticos actuales que han permitido que crezca una tendencia, que resultaba inusual para muchos y habitual para nosotros hasta hacer lo que los otros no hacen para que después ellos lo hagan, en base a un contenido de entretenimiento social sin censura y frontal hasta las últimas consecuencias, en donde siendo artífices también somoselespectador.
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