TV DE CABEZA |
Ante una televisión en plena agonía por el estacionamiento de los medios alternativos, surge Gaby Ramírez Romano, quien con su simpatía, originalidad y talento nato, llegó desde Monterrey para refrescar a la pantalla de la capital del país y para mostrar de lo que es capaz. En un siglo de ayuno para la televisión en donde desde hace tres décadas no surge un programa que pueda romper los índices de audiencia como ocurría en los ochentas, y que ante una tele monopolizada lo hacía "Estrellas de los Ochentas" con las conductoras de moda y en los noventas ante la llegada también de Monterrey de Adal Ramones, ahora Gaby Ramírez es la única conductora que puede ser capaz de unir al público internauta con el retrogeneracional que sí enciende su televisor. Su incorporación de Ramírez a un programa de chismes le queda corto para su desempeño ante cámaras, pero aunque parezca contradictorio, le sirve de una plataforma de presentación que podría proyectarla de igual manera, como conductora para un programa estelar nocturno lleno de comedía y velada musical que no se tiene eficazmente en la actualidad y que sólo con ella podrían concretarlo. Porque Gaby tiene las fortalezas que no han podido mostrar en pantalla, en su momento Anabel Ferreira o en la actualidad, figuras de la enormidad de Michelle Renaud, ni conductoras expertas como Carmen Muñoz o Rocío Sánchez Azuara que desviaron su camino a la fácil vulgaridad. La joya de la Tv moderna y de enlace generacional, ahí está, se llama Gaby Ramírez quien manteniendo los pies en la tierra cumple con los requisitos de ser una conductora de última generación con personalidad y conceptos alegres y propios. Ahora el reto será para su televisora asumir el reto de brindarle el proyecto que pide el televidente, hacer a un lado la miopía tener el atrevimiento y encontrar a los escritores y al productor que pueda cumplir en desarrollar una realización de dichas exigencias, -porque aunque ya se tiene para mi concepto, a la conductora que se esperaba desde el año 2000-, los vicios televisivos formados por influyentismos e intereses comerciales que olvidaron conjuntarse con los intereses creativos, no cuentan a la mano con los otros elementos frescos para formar un programa estelar que pueda hacer época, por lo que se debe encontrar la compatibilidad de última generación, que sea la base de la realización de lo que pueda ejecutar la conductora. Sin embargo, la presencia de Gaby Ramírez parafraseando a Neil Armstrong, podría ser quizá por ahora, un pequeño paso para Gaby y un gran salto para la televisión en su resistencia agonizante.
imágenes de cortesía
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