LENTE OCULTO |
El día de hoy se transmitió para todo el país por televisión abierta, la película "Que le Dijiste a Dios" que demuestra como la industria del arte no está exenta de la publicidad en la que diciendo cien mentiras se intenta volverlas verdad, y que etiqueta lo fino de lo corriente sin dividir lo que gusta a algunos con lo que desagrada a otros. Premios como el óscar con películas inscritas de menor calidad a la de festivales de arte competitivos en Europa, se sobrevaluan para justificar el cine comercial y frívolo de aquel que invita al pensamiento profundo y que da paso a que los espectadores inteligentes puedan también ser ciudadanos participativos. En el 2018 se estrenó la película “Roma” envasada de un
supuesto arte supremo y de denuncia,
cuya supuesta profundidad, abrió conciencias legislativas sobre el trato
que se les ha dado a las trabajadoras domésticas y llevó a su director Alfonso
Cuarón a obtener el premio óscar y a
consagrar a Yalitza Aparicio como la gran actriz
debutante y la figura que rompió los estereotipos de los personajes famosos.
Sin embargo para muchos de los que se sentaron en la butaca, “Roma” no les resultó
la joya mexicana del séptimo arte, y quienes lo expresaron fuero fuertemente
criticados por lo que otros prefirieron formarse en la fila de los
intelectuales conocedores y simularon estar agradados con dicha película, antes que expresar también su rechazo. Con
la advertencia de que “en gustos se rompen géneros”, para mi opinión, “Roma” fue
una buena película pero no una joya de la corona, en donde sus fortalezas no
fueron ni su historia ni sus actuaciones sino otros elementos de su realización.
“Roma” quien fue señalada como producto del cine intelectual, se quedó muy lejos de ser una película brillante como
lo fue en el 2014, es decir cuatro años
antes; la cinta “Qué le dijiste a Dios” y que el día de hoy fue transmitida en el canal más importante del país en cuanto a su
cobertura se refiere. La película fue dirigida y producida por Teresa Suárez, en donde relata
con mayor dureza, el trato a las trabajadoras domésticas al haberse expuesto de
una manera menos "intelectualoide" y con la enorme dificultad de ser una
película musical en base a las composiciones de Juan Gabriel, es decir un tipo “Vaselina”,
pero con la denuncia clasista, en lo que parecía ser una mezcla chocante pero que
resultó ser un diamante de mayor brillo que la realización del superdotado
Alfonso Cuarón en sus espejos con diamantina. La diferencia de valores entre quien busca franquezas y quien busca acaparamiento
material, la relación de pareja entre quienes se esconden todo y no se esconden
nada, y la soledad que encuentran los que sienten ser todo ante quienes piensan
no son nada, se tabordan en la cinta tal y como lo es una realidad social y económica de nuestros días, que inevitablemete
involucra a nuestra realidad política y al momento progresista de la vida
pública del país. Al ritmo de la obra musical de Juan Gabriel, “que le Dijiste a Dios”, puede aparentar ser una devaluada cinta
cinematográfica al estilo de televicine y de René Cardona Jr o de Carlos Amador; pero contrariamente, resulta ser una buena cinta, en donde con las actuaciones de Erika de la Rosa,
Mar Contreras, Mark Teacher y Víctor García, nos narran la historia de como a dos trabajadoas domésticas, su patrona no
las deja ir a una boda, Martina y Lupita deciden hacerlo todo por amor, por lo
que roban y huyen. La patrona acompañada de una de sus amigas, juntas reclutan a quien es amiga de las fugadas para ir a buscarlas y
hacer justicia respecto a objetos que le robaron, en un viaje revelador que cambiará la vida de todas, y cuya realización cinematográfica, logra un
resultado mejor aunque no mayor, al de “Roma” que nos narra como en la colonia Roma, de Ciudad de México, dos empleadas domésticas ayudan a una
madre a criar a sus cuatro hijos durante las largas ausencias de su esposo. Una
de las jóvenes se hace cargo de los niños como si fueran propios, a
pesar de estar atravesando un momento difícil. de las dos películas mexicanas, una gana el óscar e inmacula a
sus realizadores como líderes de las artes escénicas mexicanas, y la enmarcada de
arte populachero, con un premio Luminus
en sus manos, con calidad no vende espejos en vez de diamantes.