María Conchita
Alonso ha demostrado tener un intelecto político que no tienen sus compañeros
de generación, dedicados únicamente a prestar su atención en la venta de discos,
hoy en las visitas digitales, y en
complacer un mercado de tendencia más que de inteligencia. Sin que sus casas disqueras y productoras
puedan quejarse de que la cubana de
nacimiento no les haya dado logros en ventas por lo que tampoco puede desfilarse
a la cantante de ser una artista de música popular netamente y absolutamente romántica, pero María Conchita no ha quebrantado sus causas sociales, incluidos los
derechos de los inmigrantes y la diversidad en las artes y no solamente las
expresiones al servicio del direccionismo mediático, incluso podemos decir que hasta aprovecha ser una artista
influyente para fomentar una conciencia humanitaria. María Conchita Alonso a
diferencia de una Celia Cruz u otros famosos convenencieros y acomodadizos que
defienden un sistema político para no perder privilegios, ella sí tiene una
ideología marcada y busca el profundo impacto en la sociedad, para expresar sus ideas en su mayoría contrasocialistas, y que
equivocadas ono, surgen de su visión del mundo y la necesidad de sus cambios y
no de una estrategia propagandista de gobierno o de la esfera empresarial. La artista en este año difundirá de lleno una propuesta
artística que ha llamado “SIN...VERGÜENZA,” como una manera espectacular de conectar
con las audiencias a un nivel profundo.