Su preparación, talento y convicción progresista está asentada como su belleza en Verónica Noemí Camino Farjat, quien de manera pacífica es una auténtica revolucionaria para el cambio progresista con que se está dibujando toda América Latina. Farjat en el caso de México, es parte de la transformación de la vida pública del país bajo el movimiento lópezobradorista que está dibujando un avance de recuperación nacional, tanto moral como económica, destacando ella como abogada y como parte del izquierdismo desde el Senado de la República.