Lo escrito se puede releer y borrar, pero lo hablado y en
vivo puede quedar en la memoria colectiva. El estar frente a un micrófono o en la realización de una entrevista,
implica perfeccionismo y quien busca el perfeccionismo se enfoca en el error,
en lugar de hacerlo en lo que está bien. Estudiosos del comportamiento señalan que un aspecto importante para tener en cuenta, es
que buscar la locución perfecta es atraer más errores. Sin embargo cometer un error en radio o televisión es una
fuerte responsabilidad cuando se trata de profesionales y no improvisados cuya disculpa
es parte de la rutinaria irresponsabilidad ola subestimación para el receptor,
pero aunque con responsabilidad se puede reducir el margen de error, un
programa en vivo no lo descarta al tratarse de una acción humana, en donde lo
perfecto no existe y cualquier distracción o lapsus pueden presentarlo, en
donde el profesional de la comunicación debe asumir un proceso lógico que un
error no es tan grave si se presentó aún teniendo muchos cuidados y que se pudo
solucionar con improvisación, actitud de reacción inmediata o el estudio
inmediato de que llevó a la
equivocación; y de qué forma se mitigan los daños y la gravedad o no del mismo. un humano que comete un error, por mucha experiencia y sabiduría que tenga, debe estar consciente que no será el único que cometa.