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| LENTE OCULTO |
Todos en la vida cometemos errores, es una situación humana realizar una acción inexacta, desde quienes son improvisados hasta quienes son sumamente expertos y profesionales. Nadie se salva de una pifia. Sin embargo no se puede negar que es una vergüenza que cantantes, principalmente de música popular mexicana, que presuman vestir un traje de charro y de gritar escandalosamente los vivas México; mantengan al error como una regla, cuando tienen que interpretar el Himno Nacional Mexicano aún siendo mexicanos y haber presumido cruzar la educación primaria, -y que por el contrario-, el interpretar bien el himno patrio sea la excepción a la regla. Desde el supuestamente defensor de los migrantes en la elecciones trumpistas y pseudo ídolo, Vicente Fernández, pasando por la reincidencia equívoca de Pablo Montero y hasta la sobrepublicitada y sobrevaluada Angelita Aguilar; todos ellos han resultado una vergüenza, que acepten entonar a su modo, bajo su prohibida interpretación libre y de manera nefasta, lo que es el canto patrio mexicano de la autoría de Francisco González Bocanegra y de Jaime Nunó Roca. Aunque presumen de ser grandes voces, casi todos, salvo Edith Márquez, han demostrado que no son capaces de entonar una pieza solemne y que no es de la composición de Juan Gabriel. En el partido de ida de la final de fútbol Guardianes 2021 entre Cruz Azul y Santos en el Estadio Azteca en donde por fin resultó campeón el cuadro cementero; se prefirió que el Himno Mexicano se entonara de manera instrumental ante la incapacidad de los cantores mexicanos. El Himno de nuestro país, no solamente debe interpretarse con la letra exacta, sino que también con el conocimiento de la misma, así como la postura y la solemnidad adecuada, que únicamente se adquiere con el sentido común y la educación básica, al no quererse exigir un conocimiento cívico o militar, legal, musical e histórico. En México y en diferentes partes del mundo, es la joven canta- intérprete Bridget González quien cuenta con un récord de ejecuciones del Himno Nacional Mexicano en su voz, y es la verdadera excepción a la regla, en cuanto a la postura, el entendimiento y la interpretación del Himno Nacional Mexicano y quien debería de servir de ejemplo para la barbajanería artística, que no toma con seriedad la importancia de un texto musicalizado que representa, a una nación y a un país.
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