Qué triste ha sido decirle adiós al Príncipe José José, aunque la despedida sea únicamente física, ya que su obra interpretativa queda para siempre. Cómo aquel primer recuerdo de gloria, donde el cantante dejó con la boca abierta de manera literal a aquellos que llegó su canto, al participar en un festival de la canción con EL TRISTE de Roberto Cantoral, para con su canto conquistar al mundo y dejar un primer antecedente, de que el espectador se encontraba frente a un superdotado y quien a lo largo de las décadas siguientes, dejar en claro, que aquel joven, era simplemente, el cantante más grande que haya dado la música universal y de nacionalidad mexicana.