LENTE OCULTO |
Por más que justifiquen tipos de horarios y de televidentes; lo cierto es que la televisión mexicana ha bajado notoriamente su calidad en sus programaciones debido a la política estructurada en el país, en donde lo menos que interesa y conviene es difundir cultura y educación, situación que han aprovechado personajes de bajo nivel intelectual para sobresalir en la pantalla casera que ha sido capaz de atropellar con sus contenidos, los valores familiares que al estar debilitados se destrozan ante los malos ejemplos y lenguaje que aparece en pantalla. Aunque la televisión no es una fuente educativa, sí es un bien público; por lo que, en un país atrasado en su sistema educativo como el nuestro, es donde se debe imperar una programación televisiva que asuma no empeorar la situación intelectual de un televidente vulnerable.