En Plaza de las estrellas se develó la presea Luminaria de oro en favor del compositor ALVARO CARRILLO por su valioso legado musical; placa que fue recibida por su hijo ALVARO CARRILLO Jr quien interpretó temas del creador del bolero moderno, en presencia de José Alfredo Jiménez Jr y María Elena Leal, entre otras personalidades, en donde las jovencitas Magaby y Marianita Nájera también participaron en el escenario, cerrando la tarde de celebridades.
ALVARO CARRILLO JR NOS COMPARTE LOS RECUERDOS
DEL GRANDE
CON MOTIVO de los seis años del blog estelar somoselespectador, se entregó el galardón 2014 al compositor ALVARO CARRILLO Jr, por lo que se transmitió en vivo desde RADIO COMEROISE; en donde el compositor nos habló de la magna obra de su señor padre ALVARO CARRILLO . en cabina también se encontraba FRANCO, el compositor MARIO QUINTERO, la cantante VANESSA KOBI entre otros invitados y periodistas y en donde el creador, director y realizador del blog en festejo, señaló la importancia y aportación de Carrillo en el mundo de la música y en los corazones de habla hispana y el universo.
ASI ALVARO CARRILLO
Alvaro Carrillo nació el 2 de diciembre de 1921 en la Primera Sección de San Juan Cacahuatepec en casa su madre la Señora Candelaria Morales, tal como consta en el Acta de Nacimiento que obra en Poder de la Oficilia del Registro Civil establecida en el Municipio de Cacahuatepec, en la Costa Chicade Oaxaca. Sus padres fueron don Francisco José María Carrillo Jiménez, originario de Cacahuatepec Oaxaca, y doña Candelaria Morales, mulata, originaria de Juchitán, Guerrero,quien falleció cuando Álvaro Carrillo era todavía un niño. Después de la muerte de doña Candelaria, don José María Carrillo se trasladó a Cacahuatepec y contrajo nupcias con doña Teodora de Alarcón, de la cual el maestro Carrillo tomaría su segundo apellido.
Álvaro Carrillo cursó sus estudios primarios en Cacahuatepec y posteriormente, en 1935, ingresó al Internado Agrícola Indígena de San Pedro Amuzgos, Oaxaca, pero, debido a una revuelta originada por el reparto de tierras, el internado se clausuró. En esta etapa de su vida, entre fiestas populares donde se tocaban sobre todo chilenas y sones costeños, inició su carrera en la música. Fue así como compuso Celia, la letra de una canción que estaba inspirada en una compañera de estudios de quien Carrillo se enamoró. También fue en esta época cuando compuso, a petición de un amigo, La amuzgueña, canción que estaba dedicada a la novia de aquél.
Se dispuso que los alumnos del ya clausurado Internado de Amuzgos se reincorporaran a los estudios en el internado de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero. Al concluir sus estudios en este plantel, el compositor ingresó a la Escuela Nacional de Agricultura (ENA) en Chapingo después de aprobar exitosamente el examen de admisión. Y se resalta existosamente porque el reglamento de la ENA que en aquel tiempo solo permitía participar en el examen de admisión a alumnos con estudios a nivel secundaria, fue modificado para dar igual oportunidad a alumnos de los Internados Agrícolas. Fue así como el compositor pudo ingresar a dicha escuela, aun sin haber cursado la escuela secundaria.
Cuando Carrillo cursó sus estudios en la ENA, lo hizo en la etapa en que existía el régimen militarizado. Su afición por las canciones lo llevó a escapar frecuentemente de la escuela y, por consiguiente, a acumular varias amonestaciones. Fue tal su pasión por la composición y la música que abandonó el estudio durante un año. El director lo convenció de que terminara sus estudios. Y así lo hizo, y recibió el título de ingeniero agrónomo en 1945. Dejó a su escuela una canción de despedida, que es como un himno para esa institución: Adiós a Chapingo.
Carrillo demostró su capacidad para el estudio, pero para la agricultura. Fue un bohemio, un gran compositor, intérprete de sus canciones, y en este ámbito llegó a ser uno de los más grandes artistas mexicanos, de fama internacional.
Orgulloso por su escuela, bautizaría a una de sus hijas con el nombre del plantel: Ena. Sin embargo, su vocación de cancionero pudo más que la ingeniería, y decidió dedicarse por completo a la música. Álvaro Carrillo fue más un cancionero que un compositor. La diferencia estriba en que el compositor es un artista dedicado a transformar la vida en poemas musicales, mientras que el cancionero es un artesano que nace con la vida como oficio, predestinado a transmitir las vivencias ―propias o ajenas― en formas bellas de canción.
Como ingeniero, Carrillo trabajó en la Comisión Nacional del Maíz en la Ciudad de México. Sin embargo, siguió componiendo canciones, y a través de su amistad con el trovador Carlos Madrigal logró que el Trío Los Duendes le grabaran el tema Amor mío, que se convirtió en un gran éxito que le hizo abandonar por completo su otra profesión y dedicarse de lleno a la composición.
Otros cantantes que ya tenían cierta popularidad comenzaron a cantar las canciones de Carrillo, y así comenzó a ser conocido. Intervino en varios programas de radio, televisión, teatro de revista y centros nocturnos durante quince años.
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