La aventurera más bella que ha tenido la obra de ese nombre, es Irina Baeva, y ya lo ha dejado de ser, por despido del productor de la obra a menos de quince días de su presentación, como consecuencia de la ineptitud de Juan Osorio que no supo que hacer con ella para el provecho del escenario, ni sabe que hacer con la obra que fue tradicional en la CDMX. Los éxitos de Juan Osorio han sido siempre a nivel empresarial al haber sabido colocarse como un productor consentido por la empresa Televisa, pero a nivel audiencia, de no ser por el respaldo de la televisora que tiene el monopolio telenovelero y que maneja los ratings a su beneficio, en realidad Juan Osorio sería un fracaso en televisión como lo es ahora en teatro al montar Aventurera, y que le resulta fácil culpar del fracaso a unos escasos días de función, a la actriz rusa y no a su manera de llevar acabo la puesta en escena, incluyendo el conformar un reparto de amigos lambiscones y de sus parientes en vez de buenos actores y apropiados. Sólo basta revisar la lista de telenovelas realzadas por Osorio de las cuales huyó Ariadne Díaz al no aceptar uno de estos proyectos de Osorio, debido a sus realizaciones que han dejado en ridículo a actores como Silvia Navarro, Jorge Salinas, Víctor González y otros que han tenido que compartir cuadro con transexuales sin talento, con la finada y cuestionada Carmen Salinas y con el futbolista Cuauhtémoc Blanco en papeles improvisados. Juan quien conquista a los comunicadores a cambio de cortesías, ha realizado 32 telenovelas, de las cuales solamente se pueden considerar éxitos de audiencia, la de nombre Padre Gallo por la expectación y buena actuación que obtuvo Alejandra Ávalos, y con la que debutó Osorio. Hasta 1989 tuvo otro éxito con Mi Segunda Madre y luego con Vivo por Elena en 1998 que ha sido su mejor realización, pero de ahí en adelante la mediocridad de sus melodramas han sido éxitos para conservar su chamba en la empresa pero no para la realidad del televidente. Ahora Aventurera es la obra teatral más criticada por la mayoría de los comunicadores, quienes no le tocan un solo pelo a Juan Osorio, causante de la deformación de la obra y quien ha utilizado la marca de Aventurera que tanto años se mantuvo de éxito, para querer hacer las mismas realizaciones pésimas que hace en televisión, nada más que el teatro salvo cuando existe una acción de lavado de dinero, la única juez de su duración y éxito es la taquilla y no la propaganda pagada o negociada en lo oscurito para ser disfrazada de entrevistas con charlistas del chisme que todo aprueban de las telenovelas de Osorio. Baeva tuvo todo su desarrollo artístico en Rusia, y su primera oportunidad la tuvo con el productor Pedro Damián, en done sorprendió con su papel de Katia en Muchacha Italiana Viene a Casarse al lado de Livia Brito. Su rostro hermoso supera a las aventureras anteriores, incluyendo a Niurka Marcos que ha sido la mejor Aventurera en cuanto a su desempeño en general y a la propia Adriana Fonseca y Maribel Guardia, sin embargo su inexperiencia en el teatro de revista y la inexperiencia e ineptitud de Osorio, han hecho que ella tenga que cargar con la responsabilidad de lo que no solamente le atañe sino también a todo el personal abundante que significa montar una obra teatral. La gota que derramó el vaso fue la llegada de solamente 33 espectadores para ver la obra por lo que el capitán del barco ha sido el primero en echarse al mar, y el mismo Osorio señaló que Irina
Baeva ya no será la protagonista a dos semanas de haber iniciado y a pesar de haber jurado que la apoyaba y que no la sustituiría, pero faltante a su palabra y cobardemente
dijo: “ hay que saber escucharlos a ustedes ( quienes comentan en los medios), como dije
en un principio, y hay que ver los ajustes que tenemos que hacer, los cambios
que se tienen que hacer y ya veremos. Yo creo que estamos en una remodelación
de todo”. También culpó a los medios de comunicación por “atacar con todo”. Pero vamos a profundizar, sí Osorio hace al pie de la letra
lo que comentan los medios de comunicación, por qué entonces no escucha a los
medios serios que no reciben regalos de los productores ni siquiera en navidad, ni favores para hablar bien de ellos, por qué no se empeña en
realizar productos televisivos que no ofendan la inteligencia del
espectador, por qué no le da oportunidad a nuevos escritores mexicanos para formar telenovelas con temas inéditos y no
refritos, por qué no reconoce su despotismo televisivo y llega a una autocrítica que le defina que los Juan-Osorios no hacen falta en la
televisión mexicana, aunque las empresas televisivas quieran mantener un bajo
nivel intelectual entre los espectadores.
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