ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.- La actitud adoptada por la nueva Presidente al momento de su toma de protesta y recibimiento de banda presidencial, demostró preparación, una buena representación ejecutiva y una convicción por provocar una evolución feminista de fondo más que una política progresista igual de intensa, aunque sí, una inspiración lópezobradorista. La banda presidencial que ahora porta Claudia Sheinbaum Pardo, es una meta alcanzada para su vida profesional como política que le otorgó con confianza el pueblo de México, al ser considerada la política más capaz de la baraja actual de esa esfera. También es un momento histórico para norteamérica, al ser Sheinbaum la primera mujer que ocupa el cargo presidencial, siendo México el primer país en tener a una mujer como mandataria constitucional en toda su etapa presidencial. También este nuevo mandato, debe considerarse el último triunfo de Andrés Manuel López Obrador que como consecuencia de su popularidad como Presidente, ayudó a que el elector haya refrendado su voto en favor del morenismo creado por el lópezobradorismo, con lo que se encaminaron los votos para la Presidente, para la mayoría de los gobernadores morenistas y para obtener la mayoría calificada para el Congreso, al cual López Obrador no había regresado desde su toma de protesta, y que ahora hizo gritar a casi la totalidad de sus curules a su favor y a la minoría silenciarlos en señal de derrota ante su victorioso plan de nación. Un plan de nación que dudamos tenga planeado Claudia Sheinbaum por muy admiradora y alumna que sea de López, ya que en base a su trayectoria como funcionaria pública y como Jefe de Gobierno, quizá tenga más presente que se diga Presidente con terminación en A y no en E, que un proyecto de nación definido con un esquema desmenuzado del plan educativo, de seguridad y de reversión al derrumbe que dejó el neoliberalismo del cual el país no ha terminado de recuperarse. En descargo de aquel dicho popular de que echando a perder se aprende, podemos confiar que la Presidente Sheinbaum tenga un mejor gobierno que el realizado en la Ciudad capital del país. Así que se nos espera una preparada líder de gobierno pero no una líder con proyecto de nación como lo era y lo tenía su sucesor. Por otro lado, México después del gobierno lópezobradorista, ha dejado de ser una habitación con paredes descarapeladas y repleto de basura para ahora ser una habitación limpia pero que todavía no ha sido alfombrada, lo que le corresponde realizar en este sexenio a Sheinbaum, pero por lo que respecta a su segundo piso de esta habitación, es momento que asuma su responsabilidad el Poder Legislativo con esta nueva cámara de mayoría calificada que debe armar su propia agenda progresista sin estar atenido a que las iniciativas de ley partan del poder ejecutivo, por lo que deben crear legislaciones importantes que le quiten a la Constitución las heridas neoliberales, mientras tanto, aparezcan constituyentes aptos para la redacción de una nueva carta magna mexicana. Respecto a la dinámica social que vive México, no tenemos un país divido que haya que unir, ya que los detractores e inconformes a su gobierno se mantienen en porcentajes mínimos como se pudo comprobar en las pasadas elecciones que fueron arrolladoras en favor de la continuidad, como tampoco debe existir un plan de conciliación cuando el ataque saqueador, grosero y corrupto ha venido de un solo lado, y ante tales conductas deplorables no puede haber ni consentimiento ni conciliación.La estrategia de gobierno de Claudia Sheinbaum resulta interesante en cuanto al crecimiento económico por medio de la infraestructura y la magna obra nacional, aunque lejana a la prioridad educacional del país que ha sido un factor deficiente y causal para que un gran número de mexicanos sean presa fácil de la desinformación, del conductismo, muestren una ingenuidad mediática hasta enternecedora, que los inutiliza para distinguir al enemigo histórico al cual termina defendiendo. La reforma al plan educativo en cuanto a su sistema, programa y grados escolares, ya no puede esperar , ya que si bien es cierto cada vez produce más profesionistas también cada vez produce más profesionales deficientes y que atentan a la población al brindar un mal servicio en su especialidad. La educación, la recuperación de oportunidades así como de derechos laborales y el servicio de salud en mejores condiciones, son el sostén de la mesa de tres patas que es el México actual, en donde las críticas severas y las expectativas más altas, las absorben cada seis años quienes son los nuevos presidentes pero no los legisladores, ni los Presidentes del poder Judicial, mientras que los ciudadanos ignorantes de lo que es la estructura del Estado, al igual de la Ciencia Política y carentes de los mínimos conocimientos constitutivos del país, son los que adoptan el papel de capitanes mandones e inútiles, en un barco donde todos somos marineros.