El adiós de Jacobo Zabludovsy de su noticiario 24 Horas, fue dando la nota del tipo de cambio entre el peso frente al dólar para después decir que terminaba el informativo, situación muy distinta a la despedida de la noche de ayer de Ciro Gómez Leyva en donde lo único que faltó fueron los globos y las espanta suegras, ya que su conducta indica que una vez desmontado el periodismo empresarial con voz de alquiler en el sexenio de López Obrador, ya no le resultaba funcional seguir en México con raquíticas ganancias a las millonarias que se le ofrecían en otros sexenios por defender intereses extra periodísticos pero valiéndose del periodismo, y frente a un atentado en contra de su vida, muy parecido al planeado a Lilly Téllez hace unos años, para lograr la victimización de quien lo sufre y el desprestigio del gobierno en tuno. Su despedida tuvo que haber sido meses antes, y más aún ante la rotunda derrota del bando empresarial de abuso que quería obtener la presidencia mediante el prian pero que fueron aplastados por los partidos lópezobradoristas, por lo que lo único que retraso su despedida fue como un capricho inútil de no haber sido de aquellos que no pudieron soportar la presión de la honestidad inyectada en el anterior sexenio, y se fijo salir después de la terminación del mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador como una especie de victoria pírrica. Y es que no sólo los periodistas chayoteros o bajo el amo empresarial perdieron privilegios, sino que en las conferencias presidenciales, se mostró con transparencia los lazos entre periodistas y actos de corrupción, cerco de falsedad informativa y el manejo de la opinión pública por empresarios chantagistas, a los cuales se nombraron con nombre y apellido en donde no faltó el señalamiento de Ciro quien no tuvo el valor de acudir frente al exponente para tener su derecho de réplica, pero sí utilizaba el micrófono de su cabina para mentir y atacar al Presidente, y para adoptar la postura de perseguido en su libertad de expresión al no soportar el debate originado por el presidente López Obrador. Ahora Ciro ha determinado vivir en España, en donde se han refugiado los privilegiados por el neoliberalismo de diferentes partes del mundo, en donde incluso se les ha otorgado la nacionalidad española. Pero Ciro aunque vivirá en aquel país europeo, seguirá con su noticiario de Radio Fórmula y tendrá participaciones especiales en Grupo Imagen, por lo que vivirá como europeo peo seguirá viviendo de la oportunidad salarial de México y de los consumidores radioescuchas de nuestro país. Nadie puede negar lo corrupto de éste periodista, que se ha convertido en el defensor de Genaro García Luna y de Felipe Calderón pese a ser criminales que convirtieron al gobierno mexicano en centro de operación del crimen organizado, y de haber hecho todo lo posible para que el Prian regresara al poder para frenar la recuperación del país, mediante sus programas de radio y de televisión, pero tampoco se puede negar que Ciro Gómez Leyva es un buen cocinero, capaz de confundir la verdad con medias mentiras y de lograr programas de noticias con estilo y cumpliendo el cometido del entretenimiento, elemento primordial para los medios como la radio y la televisión y ahora para el internet. Ciro fue el único comunicador que realizó transmisiones presenciales y no por medio de conexión remota, durante la pandemia contagiosa del COVID y el primero en anunciar que nadie pararía la llegada de López Obrador a la Presidencia de la República en aquel 2018. También se adjudica haber implantado la palabra "animo" cada que finalizaba sus emisiones, contrario al presidente lópez Obrador que la utilizaba al comenzar sus conferencias matutinas, cuando dicha palabra siempre fue usada por Tomás Mojarro en sus programas por Radio UNAM. Es Ciro el periodista más inteligente de los últimos años para la televisión mexicana pero que frente a la batalla lópezobradorista que tenía como fin, el desenmascarar a los farsantes de la comunicación, su combate no resultó victorioso y aunque hoy pueda aclamar una supuesta victoria sobre el ausente adversario, la realidad es que sus exclamaciones triunfalistas son molestas pero a la vez tan pequeñas como suelen ser la de los moscos.
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