El fútbol resulta el deporte más espectacular, al grado de que cuando en la cancha juega un futbolista tan inflado como lo es el "chicarito" en el ocaso de su vida triste, como él dice, es mejor pensar en "cosas chin%#%#s" y mejor disfrutar de una bella sonrisa en la tribuna que en un gesto impotente en la cancha, como ocurrió con los gestos que hacía Javier Hernández ante unas chivas muy inferiores al américa en el torneo pasado, en donde las águilas dejaron fuera al chiverío en la liguilla para después lograr el campeonato.
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