ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.- Muchos mexicanos no notaron la importancia de su incertidumbre en la jornada electoral para elegir Presidente de México, cuando no se sabía si ganaría la candidata pripanista con todo y su potencial de trampa mediática o la candidata morenista basada en el lópezobradorismo para continuar con ese movimiento, cuando salvo la última generación de ciudadanos mexicanos, las demás generaciones que en estas votaciones participaron, hace unos años ya no les sorprendía la acción fraudulenta del presidencialismo dictatorial, en donde ya se les había hecho normal la victoria del PRI o en el mejor de los casos del PAN que en esos años, disimulaba ser oposición, por lo que muchos dependientes mentales al pasado y arraigados al sistema corrupto buscaban recuperar esas prácticas y aquellos tiempos políticos y de gobierno. Ahora el paisaje electoral de México se vistió de libertad, y el pueblo se manifestó de manera numerosa y rotunda en favor de la continuidad progresista y en favor de la mejor opción ejecutiva para el país, que es Claudia Sheinbaum Pardo, la primer mujer presidente en 200 años de la república mexicana. Con ello se culmina el movimiento lópezobradorista de manera pacífica y se concreta la misión cumplida del Presidente Andrés Manuel López Obrador con sus cuatro objetivos principales, que son la transformación del país, el buen gobierno, la debilidad de los vicios democráticos, políticos y presidencialistas, y el despertar de las conciencias ciudadanas. Ahora será Sheinbaum quien deba concretar las reformas estructurales de la vida pública del país, continuar con el buen gobierno de bienestar social, e inspirar la plataforma partidista de MORENA que dejará de ser un movimiento para convertirse en un partido político, basado en los principios lópezobradoristas. En el escritorio del sexenio sheinbaunista le espera la urgencia de atender la reforma del poder judicial y los procesos de justicia, las reformas y contrarreformas laborales, la firme estructuración de los programas educativos y de salud y la estrategia de seguridad pública y de seguridad nacional en contra de la corrupción, el crimen y el terrorismo. La preparación intelectual y ética de la nueva Presidente y la carta de recomendación a su favor por parte del político líder más importante de la historia moderna de México que es López Obrador, es lo que despierta la alegría y el optimismo fundamentado del pueblo de México hacía su futuro, ante la frustración de la esfera corruptiva cuyo comportamiento, clausura cualquier negociación con la simuladora sociedad civil y agrupaciones intelectuales, con opositores políticos y grupos empresariales de pillaje, por lo que aumenta la importancia de la mayoría calificada del morenismo que en otras circunstancias históricas, sería un desequilibrio de poderes. La honestidad no tiene punto de negociación o conciliación con delincuentes, pero sí será la actividad política la que pueda imperar la cordura ante la rabia y soluciones ante los problemas. Entre el México de hoy y de hace seis años, los cambios y las pruebas cívicas tienen que ser enlistadas, pero el principal triunfo, es la madurez del pueblo de México que se ha enfrentado a la esfera prejuiciosa y al poder mediático que ayer eran venenos fulminantes y hoy solamente son caramelos empalagosos al momento de llegar a las urnas.
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