Nuevamente Ángela Aguilar vuelve a ser víctima de su inexperiencia, que comienza a madurar como torpeza, al mezclar su vida personal en su actividad profesional y besarse con Christian Nodal en la presentación del cantante en el auditorio Nacional, y mientras ambos cantantes ejecutaban sus payasadas adolescentes en el recinto, atrás estaban los verdaderos artistas que toman en seriedad cada concierto y cuyo talento aparece de manera discreta y detrás de los bufones famosos.