Con la expulsión por falta de votos de Alfredo Adame de La casa de los famosos Estados Unidos, es que el actor y conductor de televisión se quedó lejos de alcanzar el triunfo conseguido por el transexual Wendy Guevara quien sí logró la victoria de La casa de los famosos México y que según televisa, obtuvo el récord de audiencia en la historia de la televisión mexicana, incluyendo el antiguo Big Brother, ya que la parte ganadora obtuvo más votos que los candidatos a la presidencia de la república mexicana en el 2018, salvo los votos obtenidos por López Obrador, quien hoy es el presidente del país. Con ésto, el galán jalisciense ha perdido grados de popularidad ante Wendy y ha quedado constatado que está lejos de aquel arrastre que tenía hace treinta y cinco años en su participaciones en telenovelas. Aunque es de dominio público que todo concurso que se realiza en televisión está por naturaleza amañado, y de que son muchos los que no dan punto de comparación entre un artista con la trayectoria de Adame y un personaje con carencia de talento y poco estético en su cambio de identidad de género, tal situación no deja de ser un referente de que los medios de comunicación plantean un cambio de direccionismo, que de una forma optimista puede ser aplaudible si su intención es la aceptación para nuestros prójimos sin importar sus aspectos físicos, pero muy criticable si se intenta fortalecer un mundo de consumo plurisexualizado e indistinguible.