Muy pocas veces se dibuja el cielo en la CDMX con una capa roja como la que lo cubrió el pasado 10 de enero, en razón de que pocas veces coincide la temperatura del aire agitado y atrapado contra elementos altos, lo que provocó una luminosidad capitalina como la que también provoca Araceli Mijangos cuando visita la capital del país ante su rotundo triunfo ultrafronterizo, y quien disfruta de estos techos de la naturaleza. Araceli y el cielo rojo es el mejor paisaje que pueda captar nuestros sentidos visuales, al ser la cantautora, la figura más sensual que pueda tener la música regional mexicana.