Anteriormente confeso y sin que las evidencias dejen lugar a duda, Luis de Llano está lejos de reconocer sus errores sobre el abuso que realizó en agravio de Sasha Sokol cuando era niña y que han desatado declaraciones del inculpado en perjuicio de la parte actora de un juicio civil ante la prescripción de acciones penales. De llano ya ha perdido las primeras instancias legales que incluyen una disculpa pública y ha preferido escudarse en resistencias jurídicas que legítimamente le permite la ley, pero cuyo asunto no tiene mayores agravios que los realizados por el demandado.