De repudio y asco fue la cara que se le dibujó a la cantante Angélica María, en una conferencia de prensa en donde su compañero de escenario, Enrique Guzmán, al contestar sobre las acusaciones en que se ha visto envuelto por abuso de menores, -incluyendo la de su nieta Frida Sofía-, aceptó que a su edad le resulta apetitoso tener relaciones sexuales con niñas, indicando con su mano, que fueran menores de edad. César Costa que también estaba presente como parte del elenco, de plano fue el primero en desaparecerse de la junta de medios, mientras que la propia Angélica le pedía al productor del evento, que interrumpiera la conferencia de prensa. Después Enrique le pidió un abrazo a la cantante, mismo que fue otorgado con desgano y de una manera muy diferente al que se dieron al inicio de dicha reunión. Quizá la edad le ha quitado a Angélica María, los ánimos de escuchar tonterías, y por tal razón su cara fastidiosa no se desprendió, solamente de un acto de empatía y de reprobación social, pues la cantante de nacionalidad estadounidense y que mucho tiempo le convino pasar por mexicana para competir con la gran estrella española Rocío Dúrcal en la época del Rock and roll, siempre ha sido un disimulo y maestra de la doble moral, al vivir alejada de las necesidades del pueblo de México que es quien la hizo famosa y quien le ha brindado un importante patrimonio. Angélica se ha declarado admiradora del productor Luis de Llano Macedo, de Vicente Fernández, de Joan Sebastian, de Raúl Velasco y de un circulo social de personajes quienes han sido acusados de abusos y excesos de poder, aprovechando el control de información que se tenía bajo el amparo del poder que los hacía intocables. Angélica con una vida de falsedades con que mucho tiempo mantuvo un matrimonio en ruinas como perfecto, que costeó la estrella de Hollywood para su hija pero que se disfrazó de un Premio honorifico, y que se dibuja de educada en las más altas escuelas cuando es sabido que tiene un lenguaje poco honorable cuando está en privado, y que le basta decirle a todos "mis niñitos" para lo trascendente, convertirlo en una frivolidad, es que ahora ha apelado a los reporteros de la fuente de espectáculos, de que sí en verdad la estiman, no le pregunten sobre lo ocurrido en la conferencia de prensa en donde Enrique Guzmán tuvo declaraciones desafortunadas y pedófilas, como si fuera deber de los comunicadores guiar su deber de informar de acuerdo a sus aprecios o como si la petición se desprendiera de un personaje querido en el medio de la información, lo que deja en claro, que la exnovia de México, no entiende que actualmente se está viviendo una desmonopolización de la información que ya no permite los silencios a conveniencia o a base de la intimidación jerárquica, lo que formaba intocables.
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