La mentalidad que es el elemento más transformador de una persona y de un pueblo también ha sido un objetivo del lópezobradorismo que ha sufrido en seis años, en conseguir el elemento humano más que el elemento económico, ante la desmoral como paso del presidencialismo dictatorial y corruptivo, al grado de que ni los propios corruptos pueden tener una reacción recuperatoria, al no encontrar en su clan un líder de apariencia no corrupta para recobrar sus sus fueros. ¿Acaso será, que políticas de nueva generación como Jezabel Delgado y Andrea Chávez con inicios en la política como legisladoras de MORENA, darán un nuevo giro a la idea del político degenerado, que buscaba cargos y presupuestos para su beneficio personal y no modestia y vocación de servicio para su entorno ?. Lo cierto es que ha sido el neopresidencialimo lópezobradorista una inspiración de un cambio de rumbo para la política electorera y el desempeño de gobierno.
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