Fiesta de creadores digitales se celebró en la CDMX, con la premiación del Eliot Awards, que estuvo forrada de figuras que destacan con nuevos contenidos que han acribillado a la televisión tradicional. Sin embargo en la reunión honorífica de influencer se colaron figuras que resultan obsoletas para la nueva comunicación digital como Raquel Bigorra que participó en el proyecto "La Casa de los famosos" que señalaba tendencias en los medios alternativos que nunca existieron, o el show fuera de lugar de EL TRI, en donde el cantor fue moda de los bisabuelos de los que estaban presentes, acabó regañándolos por no dejar de apuntar con su celular en vez de disfrutar el concierto, que poco tiene de disfrutable, respecto de un grupo musical que nació como manera de manipular el crecimiento del movimiento estudiantil de 1968 en México, que además culminó con una matanza de Estado. Y es que la brecha generacional en los medios de comunicación no tiene como factor la edad, sino la manera evolutiva de utilizar los medios de comunicación, de ahí que vemos a una sesentona como Erika Buenfil que arrebata las vistas, a talento comunicativo como Violeta Moreno y Natalia Téllez o la impresión que por su belleza causa Gaby Ramírez, ahora al mundo de las redes, sin necesidad de mendigar vistas como Eugenio Derbez o Joaquín López Dóriga que resultan los vicios antiguos de los medios de comunicación que se frustran al no poder convertir a la nueva era, en un dominio forzado y monopólico. Ni la manera de hablar, ni la frivolidad al momento de estar frente a las cámaras, ni la grosería como recurso de acercamiento, son mecanismos que hayan hecho triunfar a los nuevos líderes de pantalla, que utilizan la necesidad de opinión y realización del espectador como expresión libertaria que le brinda la tecnología sin la necesidad del permiso y las reglas corruptivas que los ataban a los medios tradicionales, es la afinidad el mejor lazo de conexión que debe seguir luchando ante el direccionismo mediático, pero sin olvidar que el entretenimiento y la originalidad son elementos sagrados para cualquier objetivo de comunicación en medios. Los Eliot Premios además de ser las únicas condecoraciones musicales y dedicadas a reconocer al entretenimiento que se realizan en tierra azteca ante la mudanza de premiaciones a EUA y la desaparición de los premios TVyNovelas y Las Lunas del Auditorio, también seccionan a cada quien en su lugar, entre aquellos que se ganan galardones comprados como lo hace ahora Lucía Méndez y entre aquellos que los ganan por medio de likes como Kimberly Loaiza.