Lo único que no ha cambiado en México y el mundo del año 1986 a este tercer año de la segunda década del nuevo siglo, es la belleza de Olivia Collins quien hizo vibrar todo un Estadio Azteca con su presencia en un partido mundialista de la selección nacional de f'útbol de México, país que es nuevamente sede para la próxima Copa del Mundo junto con estados Unidos y Canadá. En aquel México 86 en que transcurría el sexenio priísta de Miguel de la Madrid, un año después del terremoto del 85 y tres años antes del fraude electoral en mantenimiento del presidencialismo dictatorial, no existía el internet y la prensa se mantenía monopolizada y censurada a favor del régimen y en un concierto direccionista. En el caso de publicaciones de espectáculos como Teleguía y TVyNovelas, se tenía una cuadrilla de reporteros y columnistas a las ordenes de la lambisconería de los actores de televisa, que abrían un camino lejos de chismes pero si enlodado de falta de libertad de expresión, en donde incluso los entrevistados que estaban inconformes con el tono de los cuestionamientos del entrevistador, podían marcar el teléfono rojo para llamarle la atención o despedir al atrevido reportero. En una entrevista de somoselespectador con Olivia Collins, platicamos sobre el periodismo de ayer y de hoy, en donde la cdmxense con su experiencia de cuarenta y dos años de carrera artística, se sinceró en preferir la prensa a modo que la prensa con malos modales.