Se ha estipulado que la Copa FIFA de los campeonatos del mundo, solamente puede ser tocada por los equipos que ganaron el torneo y los Jefes de Estado, por lo que cuando ganan el torneo, los futbolistas levantan el Trofeo Copa Mundial de la FIFA auténtica durante la celebración final, pero a casa se llevan una réplica, también hecha de oro, sin embargo la regla fue atropellada cuando al coronarse campeón del mundo, el argentino Lionel Messi se adueño del trofeo y permitió que lo besara uno de sus hijos y que su esposa Antonela Roccuzzo posará como campeona, situación que al final no resultó un escándalo, por tratarse de una excepción que no se le puede negar a una reina de belleza argentina que al fin y al cabo también es una majestad.