Pies calientes con cabeza fría es una máxima de los futbolistas profesionales, situación que no supo aplicar Vicent Aboubakar quien no pudo controlar su emoción de anotar un gol para Camerún y aún cargando una tarjeta amarilla, tuvo la imprudencia y poco profesionalismo de festejar el gol que le clavó a la selección de Brasil, despojándose de la playera, situación que se sanciona con tarjeta amarilla, por lo que la acumulación de tarjetas provocó fuera expulsado dejando a su equipo con diez hombres, privando cualquier posibilidad de cambio de banca por él y cargando su suspensión para el próximo partido de octavos de final en caso de haber calificado la selección africana. Su falta de madurez intelectual le hizo preferir un festejo que la seriedad del profesionalismo, lo que hace la diferencia entre muchos futbolistas y la elite de jugadores en la cual se encuentra Cristiano Ronaldo, un jugador de alta concentración que no se atrevería a cambiar una tarjeta roja por una alegra celebración, aunque el portugués sí ha intercambiado tarjetas amarillas por desnudarse de la cintura para arriba al anotar un gol. Ni tal torpeza sería capaz de cometerla Lionel Messi, a quien se le recuerda por quitarse su playera, teniendo otra abajo, para homenajear a Maradona quien falleció días antes de aquella anotación en la que se desprendió de la camiseta del Barcelona. Ahora que Aboubakar tiene la manía de mostrar su espalda desnuda, puede tener la oportunidad de ser nombrado rey de los mariachis, como coronarán a Sergio Mayer.