Así como en las telenovelas se prohíbe abordar el incesto o
el aborto que no termina en accidente o en la muerte de quien lo provoca, de
igual manera resultaba obligatorio que su último capítulo terminara con la
marcha nupcial, en donde la protagonista principal acaba contrayendo matrimonio bajo el juramento de la
iglesia católica, como máxima aspiración de la mujer, destinada a ser esposa y
madre, ya que de lo contrario, sin la presencia de un varón en el lecho
matrimonial, el proyecto de vida es un fracaso. Quizá esas ideas retrogradas y
de mojigatería, puedan repetirse este fin de semana cuando llegue a su final la
telenovela mexicana “Mujer de Nadie” en donde Livia Brito en el papel de Lucía,
encuentre a su propietario. Brito quien fue elegida como la figura de la telenovela
estelar de Televisa, pese a lo deteriorado de su imagen por conflictos en su
vida personal; está considerada como de las actrices extranjeras más importante
en los melodramas mexicanos, por lo que la podríamos ver, vestida de novia, en
el final de la telenovela producida por Giselle González, y regalarnos otra
estampa de hermosura como las que nos han regalado bellezas extranjeras de la
magnitud de Danna García, Gaby Spanic, Gabriela Espino, Christian Bach, o
actrices mexicanas como Angélica Rivera, Thalía, Adela Noriega, Victoria Ruffo,
Erika Buenfil, Verónica Castro, Ariadne Díaz entre otras.