Cómo nos gustaría poder ver las caras incrédulas y frustradas, de los supuestos descubridores de estrellas de los medios tradicionales y de aquellos no convencionales pero que les cobran a los ingenuos realizadores, para proporcionales los servicios de su canal, supuestamente para darles proyección y audiencia: cuando una talentosa como Dany Cortés con un simple teléfono celular, graba sus contenidos y logra con originalidad, contar con mayores seguidores y visitas que aquellos engañatontos que obtienen beneficios a su favor, con promesas no cumplidas y ante la ingenuidad de quienes compran proyectos de difusión que han quedado en el pasado.