De calidad resultó la nueva versión en serie de "los Ricos También lloran" al menos en su desarrollo y hasta antes de llegar a su "gran final". El reto de realizar una nueva versión de la telenovela más importante de habla hispana en 1979 y la llave de televisa para ser una productora de televisión mundial no parecía un reto fácil, aunque fuera en una historia en serie con un nuevo argumento y otro reparto, pero que por un gran número de capítulos se demostró, que si México ha perdido terreno en el liderazgo telenovero, es porque la fábrica de melodramas así lo quiere, pues ha descuidado la telenovela como mercado, para unirse al concierto conductista del apego a la robotización y la violencia. Aunque Los Ricos También Lloran en su versión 2022, incluyó la boda como parte primordial de aquellos años setentas y ochentas de la historia original, en que la chica pobre terminaba millonaria y casada, aspiración principal que debería alimentarse en aquellas décadas de cenicientas, ahora no podía faltar el nuevo modelo de la televisión agresora, ya que antes de casarse "Mariana" con "Luis Alberto Salvatierra Suárez", primero tuvieron que sufrir agresiones violentas, secuestros, torturas, encajuelados y hasta asesinatos producto de la mente psicópata de "Soraya Montenegro" y de una televisión con escritores y ejecutivos decadentes que no pudieron terminar un melodrama sin sangre, de lo que parecía el regreso de la telenovela mexicana de buena manufactura.
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