LENTE OCULTO.- Mientras que el poder económico es capaz de mantener la difusión necesaria a su favor, mediante las vías informativas de las cuales se ha apoderado, y con las cuales trata la esfera empresarial de engañar a la población de los cambios presidenciales que vive el país y que antes les favorecían a sus intereses particulares sin importar el deterioro o saqueo que pudiera sufrir la nación; por otra parte, el poder político que todavía otorga el cargo presidencial que tiene la dualidad de también ser Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, continua con su cometido de evitar la corrupción, la pobreza, el abuso económico y el robo a la nación, bajo el mando constitucional del presidente Andrés Manuel López Obrador, que se enfrenta al cerco informativo poderoso pero a la vez debilitado, por su falta de comprobabilidad y por ende de credibilidad. Por tal razón, a los voceros del sistema de condicionamiento masivo, más les vale no realizar programas en vivo con invitados que no sean de dudosa procedencia como ellos o con los cuales se puede dirigir una entrevista, o síno, mejor realizarlas con comunicadores híbridos de los cuales tengan la seguridad que aunque parezcan imparciales, en el fondo defienden la manipulación colectiva. De no ser así, entonces se corre el riesgo de que ocurran situaciones no controladas que se pueden derivar de un programa en vivo, que es más difícil de censurar. Tal y como le ocurrió al lector de noticias José Cárdenas ante las sorpresas que saltan, en un programa que no es grabado.