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sábado, 10 de octubre de 2020

EL CORONAVIRUS ENFERMO A MEXICO

 








































LENTE OCULTO- Las etapas de la presencia de una pandemia, pasan desde la incredulidad hasta el pánico. La falta de credibilidad  en las cadenas informativas y de quienes difunden la información, nos obligan a acudir a la sana experiencia propia. La enfermedad que está embargando a personas cercanas o conocidas, serán poco a poco, la prueba testimonial de la presencia del COVID19 en México y en el mundo. Sin embargo la existencia del coronavirus  que ataca a todas las clases sociales, sexos, nacionalidades y razas, de todas las edades y lugar; no implica que todos y cada uno saldremos contagiados de manera inmediata o mortal, ni que sea el fin de la especie humana. El ataque de un virus desconocido convierte en inútil a aspectos de la ciencia pero no a sus estrategias, ni a nuestros anticuerpos ni al potencial del agua con jabón. La preocupación ante la presencia del nuevo virus, en todo caso, debería ser menor, ante otros de anterior existencia que resultan ser de mayor peligrosidad, al igual que otras bacterias y enfermedades. Existen personas que ya han sido atacados por el coronavirus sin saberlo, y que lo vencieron sin presentar síntomas. Los que han fallecido por coronavirus ha sido debido a otras condiciones médicas y personales y no por la simple presencia del COVID19, pero resulta un hecho que la incertidumbre, el control mediatizado, las políticas ventajosas y los oportunistas partidistas y políticos, resultan ser más peligrosos que cualquier enfermedad; por lo que las determinaciones personales, familiares,estatales, nacionales e internacionales, que operen de manera social, económica y de salud, resultan de mayor importancia vital que la presencia del COVID19 por sí sola. Para los poco observadores que decían hace veinte años, ante la llegada del año 2000, que no había grandes cambios en el mundo de los que nos narraban historias futuristas; es que no se habían fijado en aquellas  generaciones tecnológicas que  son  resultantes de las actuales y  cuya prácticas  serían  provocadas ante la fabricación de una pandemia, que parece haber sido perfectamente planeada para esta segunda década del siglo XXI, y que entre muchos propósitos geopolíticos y económicos, también cuenta con el objetivo de ejecutar una vida virtualizada  y eliminar a quienes difícilmente podrán adaptarse a ésta, a la que el individuo contemporáneo ha sido entrenado y acoplado. La evidente desaparición del dinero en papel y metal por la moneda electrónica, el uso de los documentos configurados y las reuniones empresariales por enlace de imagen, así como el trato humano por conexión mecanizada,  abren paso de una manera más evidente, a un mundo virtual postguerra pandemial, en donde las habilidades humanas se vuelven homogéneas con pensamientos repetitivos de los memes y los mensajes en textos, que nada saben de tonos y gestos y que pasan por alto, los malos entendidos. El desempeño laboral, la actividad financiera y el comportamiento social que no sabe distinguir directrices éticas, y la actitud robotizada; han atado los sentimientos a un software, cuya única concentración emocional, -ahora será- , el perverso y deficiente servicio del interproveedor o de la red social, así como la competencia en la prontitud interactiva, y la precaución y la detección de acciones bajas, obscenas, frustradas y ocultas de quienes son criminales escondidos en la tecnología y cuyo delito tiene lagunas y deficiencias normativas o no tipificadas. Las décadas recientes nos han entrenado a la dependencia electrónica, a escupir ideas captadas a simple vista, superfluas de ingesta excesiva y sin procesos inductivos y deductivos. Se nos ha querido acostumbrar  a comer viendo la computadora y a desafiar al televisor encendido mientras checamos nuestro teléfono  celular que usamos para ya no hablar. Es claro que también aprovechamos las "benditas" ventajas y comodidades tecnológicas, sin embargo también existe la resistencia que se presentó en el momento de divorciarnos de nuestros aparatos de sonido  caducos o a la tinta por las pilas recargables. También es cierto que todo adelanto hay que agradecerlo, exprimir al máximo sus cosas benéficas y mermar sus consecuencias negativas. Sin embargo existen aspectos de la vida y de la interacción humana a las cuales no pienso renunciar; ya que siempre preferiré hacer uso del dispositivo elaborado de látex, al dispositivo que se compone con un teclado.

Hace unas horas se declaró la fase tres sanitaria por el coronavirus en México,  y tanto el gobierno federal, los gobiernos locales y la iniciativa privada; no han tomado medidas inteligentes para  el desarrollo de la actividad cotidiana, que no vayan desde la indiferencia hasta la inútil violación de garantías como en el caso del gobierno de Jalisco.Mientras voceros sin credibilidad que conducen noticiarios en televisión, se mordían las uñas  desde la semana pasada, por ser los primeros en anunciar que se decretaría la fase tres, (y que a mí me habían dicho que sería hasta el 23 de abril), fue hasta hace unas horas  que dicha fase tres, ya se ha declarado de manera oficial pero sin que se hayan agregado medidas precautorias anexas, ni que se haya producido una reacción inmediata respecto a los enlaces de comunicación de la Ciudad de México. El simple consejo de la aislación de la colectividad, provoca dudas fundadas y también alimenta la incredulidad de un sector de la población, que perciben esta  situación emergente como una serie de ciencia ficción. La lentitud de las acciones eficaces y el consentimiento de otras que son imprudentes , pareciera tratarse del cumplimiento de un protocolo internacional que obliga a los países subdesarrollados  a no evitar el descuento de una cifra de muertos, que no puede ser menor a la que han presentado los países desarrollados. La buena o mala  actuación gubernamental ante esta pandemia, tendrá que ser calificada hasta finalizada la crisis que se encuentra en su máxima alarma y en donde se puede presagiar que se avecina la tragedia más grande que haya vivido nuestro país y de como  será rebasado nuestro sistema de salud; por lo que la responsabilidad de efectuar medidas de precaución extrema contra esta guerra viral, debe recaer en las acciones ciudadanas e individuales y no sólo en el accionar del gobierno mexicano quien en plena etapa de postsaqueo de los otros gobiernos, tiene en el corte de caja de su patrimonio, a un sector salud en ruinas al igual que su infraestructura de comunicación. A lo anterior, también debemos agregar la venidera planeación golpista por parte de los grupos de resistencia, para la recuperación corruptiva   de la política y economía neoliberal en el país y el abuso saqueo empresarial, ante una oportunidad magnífica de tumbar el gobierno lópezobradorista. Sin una medida exacta de lo que ocurre en México y en el mundo con el coronavirus, y aunque no veamos tanques de batalla; debemos estar conscientes que ya ha iniciado la guerra, en donde lo que sí será visible, son las próximas cifras de cientos de mexicanos  muertos.

Regularmente las tragedias se encargan de marcar épocas, y así como el terremoto ocurrido en México en 1985, revivió a la radio "hablada" que había sido dominada por la radio musical; de la misma manera,  ahora la pandemia del Covid19 en nuestro país, parece comenzar la agonía de la radio y de la televisión en sus actividades potenciales por el predominio del internet, que está dando el tiro de gracia a los medios de comunicación tradicionales, aún con la falta de aparatos receptores prácticos y más económicos para su captación, como lo son un radio o un televisor,  pero que  cada vez más lo son, los teléfonos y algunas computadoras móviles  equivalentes, laptops y  tablets. A diferencia de la radio; el uso del internet no es solamente un medio de comunicación masivo, sino que también se ha convertido en un medio de operación humana indispensable, sin importar la vergonzosa desigualdad social , en donde de 126 millones de habitantes en nuestro país, solamente 74.3 millones tienen acceso a internet, cuando que por conveniencia manipulativa, es que los televisores y los aparatos de  radio, fueron proporcionados con mayor rapidez a la población y muchas veces hasta de forma gratuita o en concursos disfrazados en la programación de los propios medios en cuestión. Los medios convencionales además de estar superados, también han determinado, poco a poco  suicidarse, al buscar una dependencia cada vez mayor del internet y no salvar con originalidad su vida propia, por lo que para el caso de la radio, se ha renunciado irresponsablemente a cumplir con el derecho a la información y de informar, al eliminar espacios noticiosos que deben sujetarse a horarios tradicionales sobre la jornada de cada  día, y al desaparecerlos también, en los días sábados y domingos, incluso por parte de las estaciones, que son manejadas por el Estado, y en donde solamente Grupo Fórmula se ha sostenido con cierta vida informativa,  mezclada con intereses de resistencia políticaempresarial. Por otra parte, se han enmudecido de manera ilegal, frecuencias como Radio Centro, Radio Red, Formato21 y Radio13, y se han producido fusiones e intercambios de otras frecuencias, sin que haya existido el procedimiento que marca la legislación de comunicaciones. También se ha dado por terminada, la armonía que existía entre el micrófono y el teléfono, que hacía que el radioescucha se volviera radioparticipante, y en donde al intervenir solamente el internet, se ha silenciado a las voces que carecen hasta de lo más indispensable, mucho más de la red informática para interactuar. La razón por la cual se ha dejado morir a la radio mexicana, radica  principalmente en la ineficiencia, pero también en la confrontación entre los concesionarios que ya no reciben fuertes cantidades de recursos públicos,  y que están en contra del nuevo gobierno antineoliberalista; situación que ha traído como resultado, la difícil manutención de las estaciones de radio, al ya no contar con  la vocación, ni con ingresos millonarios derivados de acciones de corrupción y pactos que se hacían entre gobernantes pagadores de alabos y de silencios, con periodistas serviles y a modo. Por otra parte, los comunicadores de los medios tradicionales se han tenido que hospedar en los espacios de internet -que al principio tanto criticaban y devaluaban,- ante el desempleo y su escasa  audiencia, como consecuencia de la falta de credibilidad con quienes los escuchaban y quienes se dieron cuenta que  vivían una realidad diferente a la que los "expertos en la comunicación", querían venderles. Televidentes y radioescuchas han tenido que acoplarse a una actividad de comunicación con falta de profesionalismo y preparación por parte de quienes la construyen y exponen,  a base de  una línea divisoria de lo real y de lo irreal, que es casi invisible;  en donde la mayoría de los espectadores se han convertido en una manada incontrolable de pensamientos flojos que están sujetos a imágenes repetitivas  y a palabras limitadas con pobreza en el lenguaje, pero siempre en búsqueda de un concepto definido que ya no le  satisface, ni la radio ni la televisión, pero que hasta ahora, tampoco lo encuentra a plenitud en su atadura mental al internet, al buscar información y  al final resultar informando; ni  para  quien busca entretenimiento, y que termina siendo un bufón público y su propio entretenedor en su enlace por tik tok. Los medios tradicionales de comunicación, son los únicos que con empeño y creatividad, hubieran podido salir beneficiados ante el encierro prescrito o preventivo, producto de esta pandemia. En contrario; la corrupción hospedada en el personal de las radiodifusoras y televisoras, y la falta de conocimiento y aprecio por el ramo, por parte de los dueños de las empresas y los concesionarios, así como los apegos convulsivos a nuevas formas de comunicación; no solamente dejaron esfumarse esta oportunidad  sino que terminaron por darle el tiro de gracia a la comunicación electrónica convencional. Mientras que la radio, únicamente hace uso efectivo en contenido hablado,  de los horarios matutinos y de las dos y seis de la tarde, -con el argumento de encontrarse en quiebra-; por su parte la televisión se envenena con producciones excrementicias, con expertas en la materia como Magda Rodríguez, que al igual que en la adaptación literaria de  los Shelley, parece que todo lo que toca lo convierte en  deyecciones que no son precisamente  del metal oro. En el caso de la televisión, existen parásitos que exprimen el presupuesto otorgado por el mal manejo del consecionario que no sabe nada de comunicación como lo sabían sus ascendientes, y que los engañan con la idea de que el recurso económico es la única forma de obtener proyectos exitosos, que de ser así; el cantante Emmanuel con el tema "Toda la Vida" hubiera podido igualar el dinamismo y aceptación que obtuvo el cantante Franco con el tema musical que les dividió Lucio Dalla. Independientemente del dolo con que se arman nefastas programaciones de radio y de televisión como un plan de sometimiento masivo a base de la inútil elaboración de ideas por parte del receptor, y de la situación real  de menores ingresos económicos ante la clausura de desvíos públicos para el sector empresarial, la falta de efectividad de la dádiva corrupta, llamada payola, y de que el chayote ya no llega por parte del gobierno; también ha sido la falta de talento, el abuso en los padrinazgos, la falta de credibilidad y de no  evolución de acuerdo a las necesidades del espectador, lo que han terminado con el apego a los medios tradicionales para el ancho de la población que puede tener en sus manos, otras posibilidades, y lo que se traduce en la venta de la XEW por parte del monopolio mediático o el crecimiento de producciones fuera del control de los oligarcas, pero que no se traduce en progreso en el entretenimiento  o en la información electrónica, sino  que se traduce en una  imitación corporativa. Los supuestos genios de la televisión que han sido alcanzados y hasta superados por producciones televisivas locales  de Guadalajara y Monterrey, de las cuales tanto minimizaban , y que ahora han tenido que respetarlas, ahora son auténticos refugiados,  de un canal direccionado a los vicios del pasado como lo es Canal Mexiquense; y  han tenido que fingir la obtención de altas audiencias con el fin de   engañar a sus patrones,  con lo que también tienen que encerrarse  en una esfera de fantasía, que era en donde antes, encerraban a los televidentes.