El periodismo con ataduras, simplemente no es periodismo; se rebaja a una simple divulgación simulada en donde se ocultan intereses no informativos, conveniencias económicas, presunciones falsas y se fortalecen disimulos dañinos. El utilizar un micrófono conlleva a una responsabilidad social por lo que no es un utensilio para el adorno o la fama, por lo que es importante abordar temas que rompan con la censura, con la hipocresía y ya no sirvan para solapar vicios de la propia comunicación. La confianza que nos han dado para estar frente a un micrófono no importa si puede ser duradera o no, lo importante es que no haya condiciones que puedan formar una expresión limitada.