Si tenemos que describir la belleza mexicana; la mejor referente es Jackeline Arroyo, que es el símbolo de la mujer de nuestro país. La historia la apunta como una de las actrices más bellas y comprometidas por su país, responsabilidad que asume sin huir al comentario como lo hacen otras temerosas.Podemos a veces estar de acuerdo con ella y en otras no; pero Jacky defiende su postura y asume los costos que socialmente significa. Arroyo puede ser revolucionaria para algunos y contrarevolucionaria para otros, al haberse opuesto al Aeropuerto Neoliberal de Texcoco del gobierno peñista, y ahora extrañamente también, al plan aéreo antineoliberalista y austero de Santa Lucía que sustituye al otro abusivo.